Improvisto Amor II

Capítulo IV

Cuando los caballeros llegaron al castillo del Duque, era ya entrada la noche, todos los sirvientes salieron de prisa para formar dos filas, delante de los grandes portones de entrada.

El Duque salió de su carruaje y con un movimiento de mano, hizo que toda la servidumbre desapareciera en un abrir y cerrar de ojos, dejando solo a dos caballeros vestidos de negro, al mayordomo y al señor Brahma, este último, después de formar una reverencia dijo:

––Bienvenido su excelencia.

El Duque solo asintió con la cabeza, posteriormente preguntó:

––¿Todo listo?

––Sí su excelencia.

El señor Brahma saludó a los dos hermanos, y en tanto, el mayordomo les indicaba, que lo siguieran.

Cuando los caballeros se marcharon detrás del mayordomo que les indicaría sus respectivas recámaras, el señor Braham le comentó al Duque:

––Su hermana Lady Camila Riddley, está en el castillo.

El Duque si se sorprendió no lo demostró, continuó caminando hacia las escaleras, antes se detuvo:

––Me imagino que sus cuatro damas de compañía, la acompañan.

––No su excelencia, solo la señora Rodes y la señorita Croker.

El Duque frunció el entrecejo, más no comentó nada, continuó caminando y antes de ascender las escaleras, expresó:

––Buenas noches señor Brahma.

––Buenas noches excelencia.

El caballero de inmediato se detuvo y dejó que el Duque continuara su camino a solas.

Cuando llegó a sus aposentos, encontró al señor Dayon, sus dos ayudas de cámaras tenían todo listo, miró que su baño estaba preparado. Al finalizar ya estaba preparado para dormir, después, que salieron sus ayudas de cámaras, el Duque le indicó:

––Señor Dayon, deseo que mañana durante el día, investigue si el Baronet que está interesado en Camila, está aquí en Exeter.

––Sí su excelencia.

El señor Dayon antes de ser el encargado de los sirvientes que atendían al Duque, el caballero había sido un espía para la corona en india, más al ser herido y no poder moverse con agilidad, le fue imposible conservar su puesto, el Duque lo contrató para que fuera su guarda espalda, más, el caballero le indicó que haría mejor su trabajo si formaba parte de los empleados del Duque, fue así que se convirtió en el encargado de la servidumbre de su excelencia. Él se encargaba de que los maestresalas tuvieran todo arreglado, el señor Dayon solo supervisaba.

El Duque se encontró muy cansado del viaje, así que decidió hacer sus oraciones desde el lecho, quedándose dormido después de comenzar.

···

Estaba el señor Conrad Rodbone retornando a las caballerizas, ya que había terminado su paseo matutino, cuando observó a una dama que se dirigía a las caballerizas, reparó que tomó un caballo y con mucha agilidad montó en él, intrigado el caballero la siguió a cierta distancia. La dama montaba con prestancia y era una excelente amazona, por la rapidez con que hacia que el caballo galopaba, él siguió detrás de ella, dejando cierta distancia entre los dos, después de un momento, ella aminoró el galope hasta que, llegando a una arbolada, se detuvo por completo, la vio descender de su caballo y atarlo a un lado. Él por instinto, se desmontó, amarró su caballo fuera de la vista, con sutileza fue así allí, no se aproximó mucho, más, auscultó la voz de un caballero saludar.