Nuestro Secreto - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 13

Fuimos al centro comercial a comprar una que otra cosa que necesitábamos, yo fui por un helado, hace rato que no tomaba uno.

Me senté en unas bancas que estaban afuera de una de las tiendas donde estaban Chris y Joel comprando. Esos dos eran los que más se demoraban al momento de comprar.

- Erick ¿Nos podemos tomar una foto? - escuché la voz de una chica, al parecer fanática.

- Claro - me puse de pie y esperé a que tome la foto. De a poco fueron apareciendo una tras otra y estaba solito.

Renato al percatarse mandó a que me vayan a buscar y me metieron a la tienda.

- Erick ¿Qué haces? sabes que no te puedes quedar solo - sabía que me iba a regañar.

- Es que...

- No fue su culpa Renato, sabes cómo son las fans. Saben cada cosa que hacemos.

En eso sí tenía razón Christopher, eran peor que detectives. Igual no necesitaba que me defendiera, podía solo.

- Esta o esta - me enseñó dos gorras.

- Hmmm, esta - escogí la que tenía en la mano derecha - no me digas que te demoraste todo este tiempo escogiendo esto.

Rió asintiendo - pero también ropa, hoy me voy de rumba con Richard.

- Ya decía yo - puse los ojos en blanco y fui a donde estaba Joel.

............

Por un momento pensé que no iba a salir de fiesta, pero si lo hizo.

Sentí su risa en el pasillo, eran tipo tres de la mañana y yo seguía despierto.

Abrí un poco la puerta sin hacer ruido y ví que Christopher estaba con una chica.

- ¿Cómo hace para que no las vean? - me preguntaba. Había mucha seguridad en cuanto a personas que no pertenecían al equipo de trabajo - vamos a ver cuánto te dura la fiesta.

Tomé mi celular y busqué en los contactos el número de Renato, era tarde pero era algo de importancia.

- ¿Bueno?

- Renato, tienes que venir ya.

- Habla más fuerte Colón.

- Mi mamá está durmiendo.

- A ver, que pasó.

- Christopher ingresó a una chica a su habitación.

- ¿Qué? Vélez Vélez Vélez...ya voy.

- Bueno.

No quería provocarle un problema, solo que habían reglas y tenía que cumplirlas como nosotros lo hacemos.

Volví a abrir la puerta despacio, ví pasar a Renato casi corriendo y un poco serio.

- Christopher sales ahora mismo de ahí - escuché que le decía.

Se demoró unos cuantos minutos hasta que le abrió la puerta.

- Señorita no puede estar aquí, tiene que retirarse - se hizo a un lado para dejarla pasar.

La chica estaba roja, de seguro estaba apenada. Pero nadie la manda a meterse donde no debe.

- Qué parte de que no puede estar nadie aquí no entendiste.

- Está bien, lo siento no volverá a pasar - fue lo único que dijo.

- Lo mismo dijiste la última vez, una más y tendrás serios problemas, hay reglas y lo sabes.

- Mujeriego - dije al escuchar que ya lo había echo. Cerré la puerta para acostarme, ya había cumplido con lo mío, solo esperaba que Renato no diga nada referente a que yo fui quién le avisó.