Nuestro Secreto - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 5

- Uno, dos, tres...

- DOS - dijimos al mismo tiempo.

- No puede ser - tomé mi frente.

Nos fijamos que no hubiera nadie y salí con él que no paraba de reír, quería golpearlo.

- Alguien aquí perdió - decía mientras grababa.

- Asere, ya me va a tocar a mi - seguí dándole la espalda.

Caminamos por el pasillo, bajamos unos cuantos pisos y regresamos, ya me estaba dando frío. Agarré la chamarra que utilizó hoy en las entrevistas, no hacía falta pedirla.

- Oye Chris, que probabilidad hay de que te metas a la piscina del hotel solo en bóxer - grababa mientras lo pensaba.

- Dale chamaquito.

- Uno, dos, tres...

- UNO - dijimos al mismo tiempo.

- ¡NOOOOO! Debe estar helada Erick.

- Vamos.

Nos dirigimos a la piscina, estaba algo baja el agua pero mejor así o capaz que con lo tonto que era a veces se me ahogaba.

- Mi celular - lo había olvidado en el cuarto - dame el tuyo.

- Lo dejé en la cama.

Perfecto, que pasaba con mi suerte el día de hoy.

Vi como se quitaba la ropa, en medio de la noche parecía un fantasma de lo blanco. Ya que no se decidía si tirarse o no, le di una pequeña ayudadita con un empujón.

- ¡PUM! - grité cuando cayó.

- Pinche...pendejo - frotó sus ojos por el agua. Comencé a reír desesperado, maldecía no tener mi celular aquí. Hubiera tenido los mejores memes de las fans.

Salió diciendo improperios del agua, no podía dejar de reírme por lo enojado que estaba. Le dí la espalda para recoger su ropa y dársela para que ya no se quejé.

- Eso...eso no se hace - me tomó en brazos y se aventó conmigo al agua.

No me esperaba eso, sentí la fría agua invadirme el cuerpo y sumándole que tragué bastante agua.

- ¡CHRISTOPHER! - fue lo primero que dije al sacar mi cabeza al aire - MI ROPA IMBÉCIL, MIS ZAPATOS. - escuchar su risa me daba aún más rabia de la que ya tenía.

- Lo siento por esto - me sumergió en el agua.

Este de plano se estaba ganando un golpe en la cara - M...me ahogas - traté de recuperar el aire sujetando mi cuerpo en el borde de la piscina.

Sentí su cuerpo pegado al mío mientras se seguía riendo, el reto era para él no para mi.

- ¡Ya! No te enojes - quitó mi pelo mojado que estaba en mi rostro - no está tan mal.

- ¿Puedes dejar de apretarme con tu cuerpo?

- Pero estoy bien así, hace menos frío - me rodeo con sus brazos - cuerpo con cuerpo.

- ¡WHAAAAAAT! Te pones raro men. Regresemos - pedí. ¿Qué había sido eso? Le daban sus momentos raros de vez en cuando.

Procuramos irnos lo más rápido posible antes de que Renato se pueda dar cuenta. Estaba empapado de agua, tuve que pedirle un cambio a Chris para que no me enferme, no podía quedarme con mi ropa toda mojada en el cuerpo.

- ¿Te quedarás?

- Claro, no quiero un regaño de mi mamá - me acosté - y apaga la luz que me molestan mis ojitos verdes.

Hizo caso y se acostó conmigo, era una cama grande así que daba lo mismo total eramos amigos.

Intentaba quedarme dormido cuando comenzaba a moverse, no sé que tenía el día, la tarde y la noche en contra mía.

- ¿Puedes dejar de moverte y apagar ese celular?

- Que genio - pude ver su mirada gracias al brillo del celular - estaba hablando con una chica.

- Puede esperar - le quité el celular procurando apagar el internet - hazte el difícil por lo menos - me estiré para dejarlo en el mueble que estaba a su lado.

- No puedo dormir - me agarró con sus brazos - rico olor.

- hehe agarré un poco de tu perfume.

- Por eso - rió - estás calentito - me abrazó.

- ¿Qué te pasa hoy? Muy cariñoso ¿no? Recuerda que no soy una de tus chicas de turno.

- Chica no, pero chico podría ser.

¡¿Qué?! De que estaba hablando este loco.