Nuestro Secreto - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 31

Los tres días en Argentina fueron bastante movidos. El viaje de Argentina a Chile era corto, a eso de las doce de la noche aproximadamente tendríamos que estar llegando.

- Saldremos por otra salida, por la que íbamos a salir está lleno de fans y sin vallas de seguridad- avisó Renato.

- Pero nos están esperando loco - habló Richard.

- ¿No hay otra manera de salir por ahí? ¿Que pongan vallas o algo? - Preguntó Christopher.

- No, el aeropuerto pidió que salgan por otro lado, no puedo pasar a llevar el protocolo - terminó por decir.

Una lástima porque estaban esperando de seguro horas.

Llegando al hotel también se encontraban fanáticas esperando por nosotros, intenté saludar desde lejos aunque me hayan apurado para entrar.

- ¿Que haces Colón? No puedes quedarte atrás - Renato me llevaba sujetado.

- Solo estaba saludando - me quité de su agarre.

- Oye ¿que pasó? - Sentí a Zabdiel a mi lado.

- Renato que me regaña por demorarme un poco, solo estaba saludando - me quejé.

- ¡ERICK VEN! - Christopher me llamaba desde un lado del ascensor.

- Qué.

- Oye cálmate ¿estás un poco enojado no crees?

- Debe ser el sueño - bajé la mirada - no pude dormir en el avión.

Pepe apareció con su cámara para sacarnos una foto, vaya que imprudencia.

- Súbete - se agachó para que me suba a su espalda. En lo que Pepe se preparaba para sacar la foto, me subí encima. Tomó varias distintas.

- Asere tremendas caras de seguro.

- Salen bien - dijo con su acento bien mexicano.

- ¿No te piensas bajar?

- No hehe demos una vuelta o algo.

Anduvo conmigo encima caminando por algunas partes del hotel, quería salir afuera pero estaba muy oscuro.

- Dale Chri, vamos - me acerqué a su oreja - quiero darte un beso y afuera no hay nadie.

- Estamos en un hotel, podrían vernos igual pendejo.

- No me digas así - apreté su cuello con mi brazo.

- Me estás ahogando - hizo una pausa - Erick.

Como no lo soltaba comenzó a girar cada vez más fuerte, estaba mareado y no se detenía.

- Para Chris, me voy a caer - me vi en la necesidad de abrazarlo por el cuello.

No se detuvo y de un rato a otro caímos ambos al suelo captando la atención de los chicos y de la gente que trabajaba ahí.

- Te lo dije - me quejé en el piso.

- Me di en el hombro pendejo - me preocupé al verlo quejándose de verdad.

- No me asustes Christopher. A ver - toqué su hombro y se quitó de inmediato, de verdad le dolía.

- ¿Que hacen? Ustedes son peores que niños chiquitos.

Consultamos si había algún baño para chequear que su hombro estuviera bien, no se iba a quitar la polera frente a todos ahí y mucho menos lo dejaría que lo haga.

Fui con él, no era de celoso pero no quería que nadie lo vea.

- A ver - quité su chamarra con cuidado al igual que su polera - pero, no tienes nada.

- Querías un beso ¿no? había que buscar alguna excusa - tomó mi cara y me besó sin yo poder decir nada.

Osea me preocupo y el lindo viene con sus bromas - ¿eres tonto? me asustaste.

- Si si, pero ahora aprovechemos - me cargó para volver a besarme.

............

¿Seguimos o paramos?