Nuestro Secreto - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 17

Los gemidos en la habitación se hacían sentir, tenía su cuerpo pegado al mío y el sudor era lo único que recorría nuestros cuerpos.

- Eres mío - dijo sin salir de mi.

- Sigue, sigue - pedí.

Aumentaba su velocidad a medida que se lo pedía, estaba sintiendo el máximo placer.

Estaba a punto de llegar, era una sensación tan placentera que no sabía cómo explicarlo.

Me desperté de golpe, la habitación estaba iluminada por la luz del día.

- ¿Fue un sueño? - dije confundido. Sentí que algo no andaba bien allá abajo, tenía una erección - no puede ser de nuevo - segunda vez que tenía una erección por Christopher.

Me metí a la ducha y me bañé con agua bien fría, no pensé nunca tener la necesidad de darme una debido a alguien.

De plano ya me sentía un loco, necesitaba dejar de pensar cosas con él o terminaría confundiendome más.

- Solo ignóralo Erick. Solo ignóralo - me repetía una y otra vez.

Hoy me tocaba ir al estudio, al parecer no iríamos todos.

- ¡Erick! - escuché la voz de Renato - ¿dónde está Chris? Ya es hora de que se vayan al estudio.

Perfecto, no sabía que pasaba con mi suerte últimamente ¿La dejé olvidada en algún viaje?

- ¿Quién más falta? - sentí su voz en lo que se aproximaba.

- Van ustedes dos, en la tarde van los demás, andando.

- Hubiera preferido ir en la tarde - dijo de pronto. No quise tomarle importancia, solo lo iba a ignorar.

El camino fue algo incómodo, ninguno hablaba nada.

- Renato, ¿tengo la tarde libre verdad? - se acercó al asiento de adelante.

- Sí wey, si sabes para qué preguntas.

- Te aviso que llegó hasta mañana, temprano - volvió a su postura inicial.

- Temprano Christopher, mañana hay trabajo que hacer.

- Sí Renato, si es que me puedo levantar - se rió con algo de perversión.

¿Osea que no iba a llegar? Porqué no me dijo si siempre lo hace. De seguro se iba de fiesta con alguna chica fácil de esas que le gustan a él.

Comencé a tararear una canción logrando captar su atención, el solo escuchaba y movía la cabeza igual que yo.

Llegamos al estudio, estuvimos un rato esperando a que estuviera todo listo y seguíamos sin hablar.

Prefirió el empezar para poder irse, tenía una curiosidad inmensa de saber a dónde iba, aunque con ayuda de las fans igual me iba a enterar, lo saben todo.

- ¿Renato me puedo ir? Ya terminé.

- ¿Solo?

- Sí, solo - rió.

- ¿Y que es eso tan urgente que no puede esperar? - le preguntó.

- Calentura tura tura tura - canté la parte de una canción para delatarlo. Era mi momento - ¿Qué? Es la canción que canté en la banda, la de Yandel.

Caminé riendo al ver su cara y la de Renato. Trataba de tomarmelo con humor.

Sentía su mirada en lo que me preparaba, de vez en cuando lo mirada no lo niego, era tan tierno verlo distraído, bueno hasta que se fue y no se despidió de mi.

- No caeré en tu jueguito - dije analizando la actitud que estaba tomando últimamente.