Capítulo 10

123 7 7
                                    

Llegamos a la residencia y me encerré en mi habitación. Me puse a hacer los deberes y cuando los terminé me relajé tocando la guitarra. De repente un golpe en la puerta me hizo frenar.

Narra Harry.

¡Iba a quedar con _____! Por fin lo conseguí. Mi único fin ahora era que mañana pasara el mejor día del universo, conmigo.

Me puse a estudiar y me preparé para ir al instituto y seguir con nuestro castigo, claro que después de lo vivido con el profesor no sabía si seguía en pie.

Salí de mi habitación y al pasar por la puerta de ­­­_____ la vi. Abrazaba a un chico y este le daba vueltas agarrándola de la cintura.

—  ¿De verdad estás aquí? — Dijo riéndose.

—  De verdad, enana. — Respondió besando su mejilla.

Unos celos increíbles me subieron hasta la garganta. El chico era alto, moreno y tenía los ojos claros.

—  No te puedes imaginar lo feliz que me hace verte, Boo Bear. — El chico la soltó y yo me escondí en un saliente que había en la pared. — Te he echado tantísimo de menos...

—  ¿Tú? ¿La chica más gruñona y malhumorada del universo ha echado de menos a alguien? — Ella le golpeó flojo en el brazo.

—  Me tienes que contar muchas cosas.

—  Y tú a mí, preciosa.

—  Pero tenemos tiempo, ¿no? — Entonces ella miró el móvil y se tensó. — Oh mierda. Tengo que ir al instituto.

— ¿Ahora? Acabo de llegar  — El chico hizo un puchero.

—   Es una larga historia, luego te veo. — Le besó la mejilla y se fue corriendo.

—  ¿Dónde te espero? — Gritó el misterioso

— Puedes entrar en mi cuarto o dar paseos por la residencia. Estoy aquí en una hora. ¡TE QUIERO!

Espera, espera, espera. ¿Te quiero? ¿Cómo que “te quiero”? ¿Ese chaval es su novio? ¿Ha estado jugando conmigo todo este tiempo y tiene novio? Una parte de mí se rompió en 387 pedazos pero otra parte sabía que esto pasaría. ¿Por qué me he tenido que fijar en la peor chica del mundo? Con ese cuerpazo que tiene era lógico que tuviese pareja, pero ¿por qué no me lo ha dicho?  Las ganas de encontrarme con ella ahora eran nulas pero tenía que ir y afrontarlo como un hombre.

Cuando el chico se metió en la habitación de ____, me fui corriendo a la parada del bus y me puse al lado de la chica que me había roto completamente.

No quería mirarla a la cara pero entonces ella habló.

—  Hola Harold. — Saludó contenta.

Normal. Ha venido su novio, imbécil ¿cómo no va a estar contenta?

—  Hola. — Respondí.

Ella pareció no darse cuenta de mi tono seco porque siguió con esa sonrisa que en otros momentos me habría vuelto loco.

El autobús vino y nos subimos.

—  ¿Sabes qué? — Me miró.

—  No.

—  Hoy el día podría estar hecho una mierda pero esta sonrisa no se me iría.

Encima me lo tiene que restregar por toda la cara la cabrona.

—  Me alegro mucho. — Giré la cabeza.

— ¿No me vas a preguntar por qué? — Me quedé en silencio. — ¿Qué te pasa? — Volvió a preguntar. — Bah, hoy ni tus cambios de humor me pueden afectar. Te puedo dejar una compresa si quieres.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 31, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuando el amor es ciego (Harry Styles y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora