Me despierto porque ya no tengo ganas de seguir durmiendo. Es lo que tiene estar de vacaciones. Me incorporo un poco para poder sentarme en mi adorada cama y me refiero los ojos para que se hagan a la luz del belloso día que hace, debido a que me acabo de despertar.
Cogo mi móvil y veo que tengo una llamada de Lucia, no le doy importancia y me levanto para ir a desayunar. Salgo de mi habitación y veo que mi hermano aún sigue durmiendo. ¿Qué pasaría si lo despierto muy cariñosamente?
Lo descubriremos a continuación...
Abro la puerta con sigilo y entro igual. Miro a Carlos dormir plácidamente, este tío duerme como un bebé. Me acerco y me inclino para empezar a besuquear toda su cara.
- Sigue - dice él en sueños
- Vale - digo a la vez que me encogo de hombros.
Carlos sonríe y me acerco a su oreja y vuelvo a gritar
- ¡España! -
Él salta del susto y se cae al suelo. Me río como una loca, madre mía, ¿como no lo había probado antes?
- Tienes un problema con los países y los gritos - dice enfadado mientras se levanta del suelo sobando su cabeza - me podrías despertar más dulcemen... Espera, ¿la de los besos en la cara eras tú? - asiento con una gran sonrisa en la cara - ¡que asco! - dice pasando sus manos por su cara como queriendo quitarlos. Este chico es tonto.
- Vamos a desayunar - le digo a Carlos, él solamente asiente y sale de su cuarto, lo sigo
Entramos a la cocina y mi madre esta preparando el desayuno, y mi padre está sentado tomando café leyendo el periódico. Si el periódico, Carlos y yo no paramos de decirle que pare de gastar dinero en la prensa, que no es muy cara, pero bueno, y que lea en la prensa digital. Pero no hay manera de que lo deje...
- Buenos días - decimos a la vez Carlos y yo
- Buenos días hijos - dice mi madre sirviendo las tortitas en los platos. Nos sentamos y alargo el brazo para alcanzar el caramelo. Pero Carlos me lo aleja.
- ¡Bobo! - le digo - me quieres dar el caramelo... - me quejo
- Levántate, tienes un par de piernas. No tienes ninguna enfermedad... - maldito
- ¡Mamá! - me niego a levantarme - Carlos me a alejado el caramelo para molestarme - me vuelvo a quejar.
- Y tú me has despertado gritando - me ataca verbalmente
- ¡Bueno!, ya está, ya tenéis una edad para estar haciendo estas tonterías... - no dice nuestra querida madre - Carlos dale el caramelo a tu hermana - ¡toma!, Carlos pone mala cara y me da el bote - y tú, Valen, no vuelvas a despertar a tu hermano gritando.
- Vale - le respondo a mi madre
Mi padre me hace una señal para que me acerque y le hago caso.
- ¿Qué le has gritado? - me susurra para que no nos oiga Carlos. ¿Enserio, no lo han escuchado?
- Le grité España, cerca de su oído - mi padre me mira con una gran sonrisa en la cara.
- Bien hecho - se ríe - pero ahora ten cuidado, que él te la va a devolver... - asiento y me termino las tortitas.
Cogo el plato y lo friego, para después salir e irme a la habitación.
Me tumbo en la cama y cogo el móvil, acordándome de la llamada de Lucia. Miro la hora, 11:48, estará en la playa... Maldita.
La llamo
- Hola - me dice alegre
- Holo - le respondo - ¿Qué tal por ahí abajo?
- Bien, el viaje largo, pero es lo que tiene - se ríe
- ¿Y tus primos?, siguen igual de guapos ¿no? - sonrío al recordar a los dos niños pequeños que la fueron a visitar y me los presento, Lucas con cuatros y Luis con tres. Los llamo el dúo L.
- Más incluso - dice - ¡oye!
- ¿Qué?, dime -
- ¿Ya has hecho lo que te dice ayer? - Mierda se me ha olvidado. De todas formas es que no sé de qué se trata.
- No, pero no sé que tengo que hacer - le digo sincera
- ¡Ecko! - ¡es verdad!
- Mierda, te dejo -
- Chau -
Corto y maldigo mientras busco el teléfono de Nacho. Lo encuentro y lo llamo
- Hola - dice cansado
Maldición el cambio de horario
- Estabas durmiendo, lo siento no me acordaba, pero acabo de hablar con una amiga que me ha hecho acordarme de que te tenia que llamarte para felicitarte el nuevo año, y explicarte que no te puede llamar por las líneas saturadas. Ya sabes, todo el mundo se vuelve loco y se saturan... - le explico rápido
- Buenos días Valen -
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Esperaré
FanfictionValentina conoce a Ignacio desde niños, pero por circunstancias de la vida se tiene que mudar a España... Y tras unos años se reencuentran.