Viajé alrededor del mundo e incluso navegué los siete mares
A través del universo voy a otras galaxias
Sólo dime a dónde ir, sólo dime dónde quieres que nos encontremos
Me conduje a mí mismo para llevarme a donde estás tú
Porque te quiero ahora
Recorro toda la ciudad
Quiero tenerte alrededor cada día
Te amo siempre en todas las formas
Puedes encontrarme a mitad de camino
Justo en el borde
Ahí es donde voy a esperar por ti
Estaré buscándote, noche y día
Llevo mi corazón al límite, ahí es donde me quedaré
No puedo ir más lejos que esto
Te quiero tanto, este es mi único deseo.Meet Me Halfway, Black Eyed Peas
🌌
Probablemente si le hubiesen dicho alguna vez que los alienígenas podían descender del cielo en gotas de lluvia, JongIn nunca lo hubiese creído. Pero aquella medianoche regresando de la universidad, estaba tan apagada y oscura por el evidente corte de luz, que sería definitivamente la noche de su vida en que cambiaría de parecer.
Caminando la última calle del tranquilo barrio de los suburbios donde vivía, encontró a los pies del árbol de cerezo cercano a su casa, un cuerpo desnudo y desmayado, alumbrado escasamente por la luna llena. JongIn juraba no saber si así se veía un muerto, pero por la palidez etérea, seguramente ya debía estarlo.
El silencio del lugar de por sí era abrumadoramente terrorífico a esas horas si alguien no conocía la zona, pero él viviendo allí desde su nacimiento, estaba más que acostumbrado; sin embargo al encontrarse con tal escena, sólo atinó a sacar entre temblores, su teléfono para llamar a una ambulancia. Miró nervioso hacia todos lados, porque no podía ser posible que ese joven estuviese arrojado en el suelo, en un estado tan deplorable, solo y por puro gusto. Alguien más debía haberlo dejado allí moribundo.
Acercándose a pocos pasos sin dejar de analizarlo, notó algunos hematomas y heridas sangrientas en sus brazos, muslos y pecho. En tanto esperaba que el tono de marcado sonase y lo comunicase, percibió también con sorpresa los movimientos de las manos contrayéndose, los dedos y las piernas tiritando levemente, como si fuese una especie de reacción a un frío inexistente en aquella noche primaveral y cálida, con tintes ya más veraniegos.
JongIn por unos segundos, perdió la noción de lo que estaba haciendo, y dejándose llevar por la esperanza de que ese ser humano siguiese vivo, se agachó quedando arrodillado a su lado, acercando el oído a su nariz para corroborar que respirase aún cuando acababa de ver el cuerpo moverse.
Volvió a alejarse y bajó el teléfono de su otro oído sólo para percatarse de que no tenía señal, y para reafirmarse con completa seguridad, de que ese chico no estaba muerto. Notaba el reflejo en sus párpados, como si por dentro le pidiesen incesantemente extender las largas pestañas a la par del inexplicable vapor que salía en forma de aliento por su boca.
Hasta que finalmente contempló los ojos increíblemente grandes y negros como el cabello lacio que también poseía, abriéndose con debilidad.
No se atrevía a tocarlo por nada en el mundo, porque no sabía que era de esa persona a la cual jamás había visto por el barrio. Era completamente un desconocido, no era ningún vecino de la zona, y JongIn estaba seguro de poder reconocer a cualquiera del área después de veintidós años viviendo siempre en el mismo lugar.
Los primeros susurros ajenos se hicieron oír de un modo incomprensible, eran como consonantes sin conexión alguna, pero el chico acabó abriendo ampliamente los ojos e inhalando aire con profundidad, como si hubiese regresado de entre los muertos. Como si fuese la primera vez en su vida que respiraba, emitiendo sonidos alarmantes en señal de ahogo.
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Almien I. Fuera de Órbita 🌌 (KaiSoo)
Fanfiction«Dodó mi Niní, lianmuán» Probablemente si le hubiesen dicho alguna vez que los alienígenas podían descender del cielo en gotas de lluvia, JongIn nunca lo hubiese creído. Pero Almien, era la prueba. Y KyungSoo... Nadie sabía nada de Do KyungSoo, er...