Mi Paraíso.

Capitulo 1

Estaba muy cansada, he estado toda la tarde cuidando a mi hermano mientras mi madre salía al trabajo y quería dormir ya, después de haber estado todo el día rodeada de juguetes y tras ser golpeada por coches de plástico, pero antes quería revisar mis redes sociales.

(...) Después de estar stalkeando a mi novio decidí que era hora de acostarme pero como siempre no pude conciliar el sueño hasta después de la una de la madrugada, cuando mi sobrino se durmió.

A la mañana siguiente mi madre me levanto como siempre y me dijo que vaya a cuidar a mi hermano, como estudiaba en un horario diferente no había sido un problema para mi cuidarlo hasta el mediodía. Desde que llegue a Nueva Jersey mi vida había cambiado demencialmente hasta el punto de perderme dentro de mí, con tan solo 15 años había experimentado muchos cambios, toda mi vida la viví en España hasta los 13 que fue cuando nos mudamos con mi hermana y mi madre.
Había dejado todo atrás, mis mejores amigos y a mi padre.

Haberme dejado sin padre era lo único que jamás le perdonaría a mi madre y tiempo después de llegar saber que estaba comenzando una nueva relación con otra persona me había matado interiormente, me sentía defraudada, era la única persona que necesitaba en estos momentos y también la que quería lejos después de todo lo que hizo.

Robert Bennet, un nombre y un apellido que me daban asco. Lo odiaba con toda mi alma al acabar con mi familia y poner a mi madre en mi contra.

Pero no es algo que quiero contar ahora, mejor hablare sobre lo que realmente importa.

(...) Horas después de haber dejado mi casa y marcharme al instituto llegue a mi clase de español. Era la única clase que amaba y se me daba bien, después de esta clase tendría recreo y podría ver a mi novio.

Manuel, no era un chico que llamaba mucho la atención, pero a mí me había atrapado, llevábamos 6 meses de relación, tal vez estaba con él por el vacío que sentía al ser nueva, no solo en el instituto sino también en una ciudad, país y continente.

Lo único bueno que había traído la mudanza fue que no tuve que esforzarme mucho en hacer amigos ya que la mayoría eran amables, y tenía un novio que me quería, o eso pensaba en su momento.

Y lo vi, iba caminando hacia mi dirección y yo salí disparada hacia él. Cuando estaba junto a él todo el estrés y las cargas que tenía se disipaban, pero no desaparecían del todo.
Estuvimos abrazados hasta que mi profesor de biología nos llamó la atención ya que había normas claras en el establecimiento.

-Hoy estas hermosa.- Sentí como su mano se posaba en mi cintura y me daba un fugaz beso.

-Gracias, lo mismo digo.- Dije sin más.
Caminamos hacia el patio, en el lugar donde siempre estábamos juntos.

-Debo decirte algo.- Sabia que eso no llevaba a nada bueno pero me metí en la boca del lobo y deje que prosiguiera.- Hoy Vanessa volvió a hablarme.- ¿Oyeron eso? Fue mi corazón romperse. Asentí con la cabeza.- No quiero que te asustes porque ahora estoy contigo y te quiero pero ella me advirtió sobre algo que no entendí.

-¿Qué fue lo que te dijo?

-Que debería dejarte porque no eres buena para mí y que pronto descubriría porque.

Mierda

-No sé porque lo dijo, debe estar dolida aun.- Dije restándole importancia.

No sé cómo corren los rumores tan rápido.

-Quizá, pero se veía decidida, no sé a qué pero la note extraña.

-Me tengo que ir.- Tal vez estaba mal huir de los problemas y tampoco sé que era lo que esa arpía sabia pero no quería descubrirlo. Era ilógico que supiera algo que solo mi madre y mi mejor amiga conocían.