Mi Paraíso.

Capitulo 2

(ENCUENTROS INESPERADOS)

Ya mismo era hora de irme a la fiesta y Alice estaba escogiendo los zapatos que usaría, llevaba un enterizo de flores semi formal pero me veía bien, aunque no lo admitiría, no tengo el autoestima muy alta para ser sinceros. Escogió unos tacones altos de sandalia, demasiado altos para mi gusto pero no me queje porque era de palabra y habíamos hecho un trato.
Cuando llegamos a la fiesta la música estaba muy alta y los oídos me explotaban, aunque no tenía edad para ir a fiestas, en ese momento era lo último que me importaba, todo sea para que Vanessa no se acerque a Manuel.
No era una casa muy grande, lo suficiente para que los de último año y algunos de mi clase disfrutáramos antes de las vacaciones. Alice y yo fuimos directo a sentarnos en los sofás y después buscaríamos algo para beber.
Manuel no sabía que venía por lo que seguiría sus pasos en las sombras esta noche, a lo lejos vi una cabeza de pelo negro cenizo y fui directa a abrazarlo, no sabía que Simon veía por lo que me cogió completamente desprevenida.
-¿Y tú que haces en esta chorrada de fiesta?.- Dijo Simon.
-Pues lo mismo que tú, que también tengo derecho a salir ehh.
-Vale, entonces chicas... ¿Quieren algo de beber?.- Nos preguntó a Alice y a mí.
-Si claro, pero algo fuerte porque esta noche no quiero ni pararme después.- Negué con la cabeza al oír las ocurrencias de Alice.
Fuimos a la cocina donde tenían todas las bebidas y me decidí por una lata de cerveza, no quería que me castigaran después por llegar en mal estado.
Pero la bebida no fue lo único que llamo mi atención, en la isla de la cocina estaba un chico quizá una cabeza mayor que yo y su cabello lo tenía entre rizado y liso, era una mezcla rara pero a el le quedaba bien junto a su calor tan peculiar de cabello, era rubio oscuro un color bastante fuera de lo común, y sus ojos no eran de otro mundo pero llamaban la atención por el brillo que desprendían, parecían de color miel tirando a naranja.
Todo ese escaneo lo hice lo hice en apenas un par de segundos, el me quedo viendo fugazmente y siguió hablando con sus amigos los cuales no conocía a ninguno. Paso de mí y decidí que mejor regresaba a lo que estaba haciendo.
<<Espia Turnner a su servicio>> Y me pregunte...¿Por qué pienso tantas tonterías? Sera siempre un misterio...
-Menos mal que están conmigo, no podría soportar mucho tiempo aquí sin vosotros.
-Aunque no me hayais invitado vosotras, me encanta que estemos juntos.
<<Ese era mi Simon>>
Y en ese instante me derrumbé, vi que en el centro del salón como si de una película romántica se tratara dos personas estaban besándose mientras bailaban con la música de fondo.
Eran Manuel y Vanessa.
-¡Así que por esto no debía asustarme ¿no?! .- Solté toda la rabia que tenía. La fiesta seguía su ritmo, aunque algunos me miraban por el grito que había pegado.
-Lizzie, no es lo que parece, en serio.- Vanessa le miro con una ceja enarcada y divertida.
-Mira guapita, si no te has dado cuenta acabas de estropear un buen momento, así que vete por dónde has venido. ¡Esfúmate!.- Lo grito tan alto que hasta apagaron la música, tenía aires de superioridad, pero preferí no hacerle caso, no iba a rebajarme.
Pase de ella olímpicamente y me dirigí a Manuel nuevamente.
-¡Lo has estropeado todo! Quédate con tu puta y te vas olvidando de mi.- No me arrepiento de haberle llamado de esa forma a Vanessa porque no mentí. Era cierto, se había metido en mi relación así que era la palabra adecuada para ella.
-Perdóname Liz, no quería hacerlo, sabes cómo es Vanessa. Ella me sedujo.
Hice oídos sordos a lo que él decía, di media vuelta y salí disparada a donde mis amigos me veían con incredulidad mientras oía las barbaridades que Vanessa le gritaba a Manuel por haber dicho esas cosas.
-Dime dónde está mi amiga y que hiciste con ella.- Fue lo primero que me dijo Simon cuando me vio. Me reí al escucharle decir esas cosas.
-Chica, sí que tienes bien puestos los pantalones, yo de ti ya estaría llorando.- Lo dijo en broma pero no me convenció su tono de voz.
Algo le pasaba.
-Lo que pasa es que no dejare que me vean la cara de gilipollas y menos en público.
-Bien dicho, ahora podemos volver a ser los tres contra el mundo, como en nuestros inicios.- Lo dijo Alice con mucho entusiasmo.
-Emhh.- Pareció pensarlo.- Yo estoy conociendo a alguien chicas, pensaba decírselo más tarde.
-¿¡QUE!?.- Eso fue raro, lo dijimos al mismo tiempo Alice y yo.
-Lo que oyeron, ha llegado mi hora de sentar cabeza.- Lo dijo medio en broma, medio en serio. DESCARADO. Me sentía celosa, me iban a quitar a mi mejor amigo.
-Pues suerte campeón, espero que te haga feliz.- Decirlo en voz alta me dolía pero iba a apoyarlo, él lo había hecho conmigo y Manuel.
-Gracias, me hace feliz que no estéis como locas reptando por las paredes ni pareciendo la niña del exorcista, espero que les caiga bien, aunque no es nada serio.
Después de hablar un rato más sobres ese y otros temas y haberme tomado ya 4 latas de cerveza vino siendo hora de irme a casa. Eran apenas las 11:30 pero no quería abusar de la confianza de mi madre.
Salimos Alice y yo juntas de la casa y nos dirigimos a la mía porque esta noche se quedaría a dormir, su madre me tenía mucha confianza. Íbamos a ir caminando porque no quedaba muy lejos pero cuando estábamos a mitad del camino aparecieron dos hombres no tan mayores pero lo suficiente como para intimidar a un par de adolescentes.
Venían hacia nosotras a paso firme y acelerado y yo no estaba tan bien como para correr. Alice a mi lado se empezaba aponer blanca como una hoja de papel.
Mierda.
Esto no traería nada bueno, así que decidí coger mi móvil y marcar el número de mi madre. Pero no contestaba. ¿Qué podría estar haciendo que fuera más importante que aplastar un puto botón y atender mi llamada?
Seguro estaba con Fred. Puaj.
Cada vez estaban más cerca y se acababan mis opciones. Decidí que era momento de correr. Apreté la mano de Alice y le hice una seña con los ojos que solo tenía un significado. ¡CORRE!
Pero entonces unas grandes y frías manos me rodearon y dijeron:
-¿Qué piensas hacer bonita? ¿Irte sin saludar?.- Y rieron perversamente.
-¿Puedes soltarme? Debemos irnos, nos están esperando.- Me solté de su agarre pero poco después su mano agarro mi muñeca con rudeza.
-Ni hablar, aun no nos hemos divertido.- Joder, nunca antes sentí tanto miedo.
Un coche estaba a punto de pasar pero no le preste atención, estaba cagada de miedo. Pararon junto a nosotras y bajaron la ventanilla polarizada.
-Dejadlas en paz, están conmigo.- Gire a ver y el que hablaba no lo conocía, pero nos estaba defendiendo, por lo menos. Era bastante grande. Ahora que lo pensaba lo había visto en la fiesta cuando fui a por cerveza.
-¿Y tú quién te crees que eres? Nos estamos divirtiendo.
-Pues tu forma de diversión da asco, mejor vete antes de que os haga añicos o llame a la policía.
El hombre nos empujó hacia el coche y se fueron antes de meterse en problemas.
EL chico que no había visto antes nos hizo una seña para que subiéramos e hicimos caso porque Alice estaba en shock. Cualquiera lo estaría.
Cuando subimos vimos que no estaba solo. Estaba el chico que había visto y escaneado hoy junto al grandulón que conducía.
-Gracias por lo de hace rato pero ¿se puede saber quiénes sois?
-Bueno pues, somos vendedores de órganos los fines de semana y estudiantes normales entre semana.
<<¿QUE?>>

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Nuevo capituloooo 

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