Capitulo 4

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(OBLIGADA A CONOCERLA) 

Habían pasado 2 largas semanas desde mi ultima charla con Manuel y agradecía su distancia, yo se lo había pedido y el lo estaba respetando, aunque últimamente estaba con mas frecuencia junto a Vanessa. Quizá quienes estaban destinados a ser eran ellos y yo solo a verlo todo desde el banquillo. Siempre estaré en segundo plano. 

Una distancia que no me agradaba era la que Simon me estaba ofreciendo ya que cada vez pasábamos menos tiempo juntos por la culpa de esa chica misteriosa. Tenia todo el derecho de mantener una relación pero lo que no aceptaba era que a mi me estuviera dejando a un lado. Ni si quiera conocía a aquella chica y no me agradaba. Temía que mi amistad se derrumbara en poco tiempo. 

Por otro lado Alice había estado incondicionalmente a mi lado y agradecía lo buena amiga que ella puede llegar a ser. Sabia en que momento hablar, callar, darte un abrazo o incluso un consejo que sabe que no seguirás. Y con altos y bajos no quería separarme de ella porque en cualquier lugar que busque no encontrare otra igual. Ella si era mi mejor amiga para toda la vida. 

-Hola humito, quería presentarte a mi nuevo amigo.- Vicky acababa de llegar a casa.- Se llama Andy y acaba de llegar a nuestra querida ciudad.- Dijo sarcástica.- Y como no conoce a nadie pensé que necesitaría una mentora tan guapa y agradable como yo.

<<Vaya, ella si que tiene el ego por las nubes>>

-Oh, claro. Encantada de conocerte, soy Lizzie, cuentas conmigo para lo que necesites.

-Gracias Lizzie, de igual forma puedes llamarme cuando quieras.- Era lindo, alto, sobre el metro ochenta, de tez blanca, ojos color hazel y el cabello muy rizado. Varias pecas adornaban su rostro y lo hacían ver adorable para su edad.

-Vamos, te llevare a conocer la ciudad.- Pronunció Vicky al momento en que nuestras miradas se desconectaron. 

Cuando se fueron la casa se volvió a sentir sola y quise salir de ahí antes de que los nervios me atacaran. Salí de mi vivienda y me dirigí a un parque algo lejano, ya que estar cerca me haría recordar a quienes ya no están. Me puse triste al pensar en mi mejor amigo y en ese preciso momento como si lo estuviera invocando mi móvil sonó y en la pantalla se ilumino el nombre de "Cara de Nausea" Como lo había registrado para molestarlo y hacerlo rabiar. 

Contesté y me saludo como solía hacer antes. 

-Hola perdedora. ¿Se puede saber donde estas?.- Para algunas personas seria ofensivo, pero para mi era gracioso y un tanto ridículo.

-¡Vaya! Pensé que te habían secuestrado.- Ironicé 

-Sabes que no te podrás deshacer de mi tan fácilmente ¿Verdad?  

-Para mi desgracia, si.- Le molesté.- Ahora dime que quieres, aunque si has matado a alguien no pienses que te ayudare a enterrarlo.

-¡Vamos Lizzie! ¿Me crees tan tonto como para preguntar eso por teléfono?... Ademas no lo enterraría, lo quemaría y no dejaría pruebas.- Me imaginaba como estaría sacando la lengua al estilo infantil.- Pero puedes estar tranquila, no he cometido ningún crimen.- Hizo una pausa.- Solo enamorarme. Y ese es el motivo de mi llamada.

-¿Que has hecho pedazo de mula? No me pidas consejos de amor porque no soy la adecuada para ello por si no te has dado cuenta.

-Pedirte a ti consejos de amor seria como pedirle a un ladrón que te cuide una tienda. El resultado seria catastrófico. 

-Vale, vale, lo he pillado. ¿Ahora que? 

-Quiero que la conozcas. 

-¡Ja! Ni en tus mejores sueños guapito. 

Mi Paraíso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora