Un día, entre la visita de Verloc a la Embajada y el bombardeo de Greenwich, la madre de Winnie se mudó. Se las arregló para conseguir una casita de caridad de la gente para la que su esposo había trabajado. Winnie estaba tan sorprendida cuando se enteró de la noticia que paró de limpiar la trastienda y miró a su madre.
'¿Por qué quisiste hacer eso, madre? ¿No estabas lo suficientemente cómoda aquí?'
La anciana explicó cuánto 'los amigos pobres de papá' la habían ayudado a conseguir una casa. Cuando la historia terminó, Winnie se fue del cuarto. Su madre estaba contenta de que no había más preguntas. El día antes de dejar la calle Brett, le dijo a Winnie: 'Todo lo que dejo aquí ahora es tuyo, querida'. No dejó nada para Stevie porque pensó que era mejor si el chico tenía que depender de Verloc. Si Stevie no tuviera nada, no lo podían dejar para cuidar de sí mismo.
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El día que ella se fue, un viejo taxi, tirado por un incluso más viejo caballo, vino a llevar a la madre de Winnie a su nueva casa. Las dos mujeres subieron al taxi y Stevie escaló al asiento junto al conductor.
Comenzaron su viaje a través de las calles grises. El caballo era delgado y viejo e iba muy despacio, a pesar de que el conductor lo azotaba de vez en cuando.
Arriba en la caseta, Stevie estaba preocupado. 'No d-d-debes a-a-azotar,' dijo tartamudeando al conductor. 'Le d-d-duele.'
El chofer lo miró, y le dio con el látigo al caballo otra vez; no porque era un mal hombre, sino que porque era lo que solía hacer y no veía nada malo en eso.
Todo era demasiado para Stevie. De repente, se puso en pie y, tartamudeando más que nunca, saltó de la caseta. Hubo gritos de la gente en la calle mientras el conductor paró su taxi repentinamente. Winnie sacó su cabeza de la ventana y su madre gritó, '¿Se lastimó el chico?'
Stevie no estaba herido, pero estaba agitado. 'Somos d-d-demasiado pesados.' tartamudeó.
'¡Stevie! Sube a la caseta ahora, y no intentes bajar otra vez.' La voz de Winnie se sacudió un poco.
'No. D-d-debo c-c-caminar.'
'El Sr. Verloc no estará feliz en lo absoluto sobre esto, Stevie.'
El nombre del marido de Winnie calmó un poco a Stevie. Sin alegría, subió de nuevo.
'No hagas eso otra vez, ¿escuchas? dijo el chofer. No habló tan enojado porque se estaba dando cuenta que Stevie no era igual que los otros jóvenes.
El taxi continuó su camino por un tiempo, el único sonido era el de las patas del caballo contra el sólido camino. Dentro del taxi, Winnie dijo: 'Has hecho lo que querías, madre, pero ¿crees que serás feliz?'
La anciana trató ser optimista y dijo: 'Sé que me visitarás tan a menudo como puedas, ¿verdad querida?'
'Desde luego,' dijo Winnie.
'Y debo ver a ese pobre chico cada domingo.' Pensó en el viaje que ahora Stevie tenía que hacer para llegar a su casita desde la tienda y todos sus pensamientos optimistas desaparecieron. ¡Él tenía que tomar dos autobuses! ¡Iba a ser demasiado difícil para él! Comenzó a llorar.
'No llores, madre. No puedo venir yo misma cada semana, pero me aseguraré que él no se pierda.'
'¡Aquí están!' dijo el conductor.
El taxi había parado fuera de un grupo de casitas bajas. La anciana salió con una llave en su mano y Winnie le pagó al chofer. Stevie ayudó a su madre a entrar las cosas en la casa. Luego salió y miró con una mirada de preocupación al caballo. El conductor le habló.
'No te preocupes por el caballo, hijo. ¿Qué hay de mí, eh? Trabajo hasta las tres o cuatro de la mañana. Me da frío y hambre. Y tengo una esposa y cuatro niños en casa. Este no es un mundo fácil.'
'¡Qué malo!' acordó Stevie. Sintió lástima por el caballo, y por el conductor con la esposa y cuatro niños en casa también. Odiaba la injusticia de todo.
El chofer se alejó tirando de su caballo y cabina frente a él. Stevie los observó irse con la boca abierta. Lo lamentaba y estaba enojado al mismo tiempo. Cuando se sentía así, no sabía qué hacer. Winnie salió de la casa y tomó su brazo. Ella no entendía realmente los sentimientos de su hermano, pero sabía que debía hacer que pensara otra cosa.
'Ahora Stevie, debes cuidar de mí cuando crucemos la carretera, y tú te subes al autobús primero, como un buen hermano.'
Funcionó bien. Ser un buen hermano era la cosa más importante en el mundo para Stevie.
Caminaron por la pobre y mal iluminada calle. El viejo caballo estaba de pie con la cabeza hacia abajo fuera de un pub.
'Pobrecito,' dijo Winnie sin pensar.
'¡Pobre! 'Pobre! acordó Stevie. 'El conductor es pobre, también. Me lo dijo él mismo.'
'Vamos, Stevie. No puedes evitar eso.'
Stevie pensó un momento. 'Mundo malo para pobre gente.'
'Nadie puede evitarlo.'
Ella lo miró con gran afecto. 'Rápido, Stevie. Para ese autobús verde.' Stevie, sintiéndose importante, levantó su brazo. El autobús paró y se subieron.
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Llegaron a casa una hora más tarde. Verloc estaba allí, leyendo el periódico. Miró mucho a su esposa, pero no dijo nada y no mostró interés en lo que habían hecho ese día.
A la hora de cenar, Winnie llamó a su marido como siempre, 'Adolf', y sin ninguna palabra, Verloc fue a la mesa donde comió en silencio. Winnie notó el lugar vacío donde su madre se solía sentar y se dio cuenta que la extrañaba muchísimo. Miró a su esposo. '¿Saldrás esta noche?'
Verloc sacudió su cabeza, pero dos minutos después se levantó y se fue. No sabía a quién encontrar para que colocara una bomba en el Observatorio de Greenwich, pero las calles y los bares llenos de gente no tenían respuestas para él. Sintiéndose peor que antes, finalmente volvió a casa, donde cerró la puerta de entrada y fue directamente arriba.
Winnie ya estaba acostada, pero no dormía. El pesado silencio de Verloc empezaba a preocuparla. Como siempre cuando ella estaba preocupada, hablaba de otra cosa.
'Mi madre ha hecho lo que quería hacer. Pero no lo entiendo. No sé qué haré para que Stevie se sienta feliz. Estará inquieto por ella durante días.'
Verloc se metió en la cama. Realmente le quería contar a su esposa todo acerca de sus problemas con la Embajada, pero en vez de eso le dijo: 'Saldré del país mañana. Estaré fuera por una semana, o tal vez dos. ¿Estarás bien?'
Winnie dijo, 'Me las arreglaré con la ayuda de Stevie.'
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El Agente Secreto
Mystery / ThrillerAdolf Verloc es un doble agente, trabajando para la policía británica y un país extranjero. Él pretende vivir una vida normal con su esposa, Winnie, y tiene una tienda en Londres, la cual en la noche, se vuelve un lugar de reunión para anarquistas...