Capítulo 8: El Comisario Asistente

174 1 0
                                    

El Comisario Asistente fue conducido rápidamente en un taxi tirado por caballos desde la calle Brett hacia Westminster, donde se dirigió a la entrada de las Casas del Parlamento. Lo llevaron inmediatamente a una habitación poco iluminada donde las lámparas de color verdoso daban la sensación de estar en un bosque. El ministro del Interior estaba sentado detrás de un grande y casi vacío escritorio. A través de las sombras verdes el Comisario Asistente sólo podía ver una cabeza pesada reposada en una mano grande y blanca. Se sentó al otro lado del escritorio. En la luz verde, lucía más oscuro y más extranjero que nunca.

Sir Ethelred no mostró sorpresa por la temprana llegada del otro hombre, pero quería saber las noticias y su voz era dura. 'Bueno,' dijo, '¿qué has descubierto?'

'Verloc fue muy rápido en contarme todo, sir. Su cuñado, nada más que un débil chico, fue la persona que murió. Otra cosa interesante es que estoy seguro que Michaelis no tuvo nada que ver aunque el chico se había estado quedando con él. Es difícil creerlo, pero Verloc estaba aterrorizado de ese hombre Vladimir. Pensó que él y la otra gente de la Embajada podrían destruir su vida. No creo que planeó la muerte de ese pobre chico, pero perdió completamente su cabeza.'

Algo se movió entre las sombras verdes del cuarto y el gran hombre habló.

'¿Qué has hecho con él'

'Lo dejé ir, Sir Ethelred. No creo que desaparezca. Parecía querer estar con su esposa. Tiene que pensar del posible peligro de sus camaradas, también. ¿Cómo les explicará el tratar de desaparecer?'

El gran hombre, que quizás tenía otras y más importantes cosas en las que pensar se levantó pesadamente.

'Esta noche discutiré qué hacer con Verloc y te mandaré a llamar mañana por la mañana'. Levantó su mano grande y blanca y la sacudió con la mano delgada y oscura del Comisario Asistente. Tenía su información y la conversación había terminado.

El Comisario Asistente caminó a casa y se cambió de ropa. Después de todo había tiempo de visitar a la amiga de su esposa, la gran señora que cuidaba de Michaelis. Estaba alegre - sabía que siempre era bienvenido en su casa.

-

Cuando entró a la grande y llena habitación, vio a su esposa hablándole a un pequeño grupo de gente en la esquina. La gran señora estaba sentada hablando con un hombre de cara delgada y corta barba. Ella saludó al Comisario Asistente calurosamente.

'No esperaba verte aquí esta noche. Annie me dijo que estabas trabajando.'

'Sí, ni yo sabía que mi trabajo terminaría tan pronto.' Habló con voz baja: 'Estoy feliz de decirle que Michaelis está fuera de problemas ahora.'

Hubo un silencio. El otro hombre sonrió un poco y la señora dijo: 'No sé si ustedes alguna vez se hayan conocido.'

El Sr. Vladimir y el Comisario Asistente fueron presentados y se saludaron cortésmente. Era sorprendente como tarde o temprano, todos venían a esta casa. Otra mujer parada cerca de ellos se giró y ahora habló, mirando hacia Vladimir: 'Él me ha estado asustando con toda su charla sobre Greenwich. Dice que debemos parar a esta gente o el futuro es negro para nosotros.'

'Oh, el Sr. Vladimir es bueno asustando gente,' dijo el Comisario Asistente. 'Pero estoy seguro que él sabe la verdadera importancia de lo que pasó en Greenwich.'

Vladimir no confiaba en policías, y menos en éste. ¿Qué quiso decir con 'importancia'? Sonrió cuando respondió, pero sus ojos eran duros.

'Tal vez tenemos problemas en mi país porque ustedes dejan a esta gente hacer lo que quieran en el suyo.'

Vladimir se levantó para irse y cuando se había alejado, el Comisario Asistente se paró también.

'Pensé que te quedarías y llevarías a casa a Annie,' dijo la gran señora.

'Todavía tengo un trabajo pequeño que hacer. Puede ser importante.'

El Comisario Asistente salió a la calle primero y Vladimir esperó tanto tiempo como sea posible antes que hiciera lo mismo. Pero no fue lo suficiente. El policía seguía parado ahí y comenzó a caminar por la calle junto al otro hombre. Vladimir estaba furioso - ¿qué quería?

'Terrible clima,' dijo Vladimir enojado.

'Pero no muy frío,' respondió el Comisario Asistente. Luego agregó, 'Tenemos a un hombre llamado Verloc ayudándonos. Creo que lo conoces.'

'¿Qué te hace decir eso?'

'No lo hago. Es Verloc el que dice eso.'

'Un perro mentiroso de algún tipo,' dijo Vladimir, sorprendido de que el policía inglés podía ser tan inteligente.

'Ahora en serio podemos empezar a deshacernos de todos los espías extranjeros de este país. No podemos atraparlos uno por uno. La única forma es hacer las cosas difíciles para la gente que los contrata. El arresto de este hombre Verloc le mostrará a la gente lo peligroso que son.'

'Nadie creerá lo que un hombre así dice.'

'Creo que le creerán cuando escuchen la historia completa.'

'Pero tú sólo estás haciendo las cosas más fáciles para todo el que quiera ser llamado un revolucionario,' exclamó Vladimir.

'Mira, tenemos trabajo suficiente atrapando a los reales revolucionarios. La última cosa que queremos es gastar nuestro tiempo corriendo tras falsos.'

'No puedo estar de acuerdo contigo. Lo que quieres hacer es terrible. Deberíamos ser buenos europeos, no sólo cuidar de nuestros propios intereses.'

'Sí,' dijo el Comisario Asistente. 'Excepto que tú miras a Europa desde el otro extremo. Ningún país extranjero se puede quejar de nuestra policía esta vez. En menos de doce horas hemos identificado al hombre muerto, descubierto quién planeó el bombardeo y hallado a quien tuvo la idea en primer lugar. Podemos ir más lejos, pero nos detendremos en el interior de nuestro propio país.'

'¿Así que sabes que este crimen fue planeado en el extranjero? dijo Vladimir con rapidez.

'Bueno, en una forma,' dijo el Comisario Asistente. 'Pero eso es un detalle. Te hablo a ti porque tu país es el que más se queja de nuestra policía. Como puedes ver, no siempre somos tan malos.'

'Gracias por hacermelo saber,' dijo Vladimir entre dientes.

'Conocemos a cada anarquista aquí, y donde están,' dijo el Comisario Asistente, sonando igual que el Inspector Heat. 'Todo lo que necesitamos hacer ahora para hacer que todo sea seguro es deshacerse del agente secreto.'

Vladimir había escuchado más que suficiente. Sin decir una palabra, paró un taxi a caballos, entró y se marchó.

El Comisario Asistente miró su reloj y vio que sólo eran las diez y media. Sonriéndose a sí mismo, pensó que había tenido una tarde muy satisfactoria.

El Agente SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora