Capítulo 2: De vuelta en la tienda

256 2 0
                                    

Verloc esperó en la pequeña habitación. Después de un corto tiempo, un sirviente apareció y lo llevó arriba al primer piso. Allí, Verloc entró a un gran cuarto donde un joven delgado con corta barba estaba sentado en un grande escritorio. El hombre le habló en francés a Wurmt, quien se estaba yendo. 'Está en lo correcto, mi querido Wurmt. Pero él no está sólo sobrepeso. Él está gordo - el animal.'

El Sr. Vladimir, el Primer Secretario, siempre era invitado a fiestas. Era un buen hablador y cuando contaba sus divertidas historias tenía ojos sonrientes. Pero, cuando miró a Verloc, su cara fue dura y fría.

'¿Usted entiende francés, supongo?'

Verloc dijo que lo hacía y agregó en voz baja que había vivido por unos años en Francia.

Vladimir continuó: '¿Cuánto tiempo estuvo en prisión por robar los planes para esa nueva arma francesa?'

'Cinco años,' respondió Verloc.

Vladimir río desagradablemente. '¡No fue muy bueno ser atrapado así! ¿Qué pasó?'

'Me enamoré de una mujer y no fue honesta conmigo. Yo era joven,' agregó Verloc, sintiéndose estúpido.

'Ah, así que ella obtuvo el dinero y luego lo vendió a la policía.'

'Sí,' dijo Verloc, odiando la conversación.

'¿Cuánto tiempo ha trabajado para la Embajada aquí?'

'Once años. Comencé cuando Baron Scott-Wartenheim era Embajador en París. Él me ordenó venir a Londres. Soy inglés, pero mi padre era francés-'

Vladimir lo interrumpió. 'Bueno, los tiempos han cambiado desde entonces. El servicio secreto le daba dinero a la gente por nada en esos días. ¡Mírese! ¡Uno de los hambrientos trabajadores! ¿Qué es usted de todos modos - un anarquista?'

'Eso es correcto,' dijo Verloc.

'¡Ridículo! Es muy gordo para un anarquista. Y le diré porqué - usted es perezoso. Lo que queremos ahora es acción, ¿escucha?'

Verloc ahora estaba enojado y preocupado. ¿Qué quería este hombre de él?

'Un agente secreto tiene que hacer algo,' siguió Vladimir enfadado. 'Los tiempos buenos terminaron. ¡Ahora debe trabajar por su dinero!'

'¡No me hable así!' Verloc se sintió acalorado y sus ropas incómodas. Vladimir habló de nuevo:

'Hay una reunión en Milán pronto de crime internacional, y debemos hacer algo antes de eso para despertar a la gente aquí. Inglaterra es demasiado blanda ¡Sus amigos anarquistas hacen lo que quieren! Deberían estar todos en prisión. ¡Las clases medias aquí apoyan a la gente que quiere robarles! ¿No estás de acuerdo?

'Sí,' dijo Verloc, que estaba empezando a perder su voz.

'Lo que necesitan es algo para asustarlos. Es tiempo de que sus amigos actúen.'

Verloc se quedó en silencio. En su opinión, Vladimir no sabía nada de los métodos reales del mundo revolucionario.

'Queremos cambiar la opinión de la gente y hacerlos apoyar leyes más duras. Queremos un ataque en algo que las clases medias piensen es importante. La Ciencia por ejemplo. Astronomía.'

'¿Astronomía?' Verloc no pudo esconder su sorpresa.

'Sí. Quiero que ponga una bomba bajo el Observatorio de Greenwich. Puede usar a ese viejo terrorista, Yundt. O Michaelis, el hombre que estaba en prisión. Usted no obtendrá más dinero hasta que algo pase. ¿Cuál se supone que es su trabajo, de todas maneras?'

El Agente SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora