- Rick- el castaño ya se sentía molesto de golpear aquella puerta, podía abrirla con su llave, pero eso probablemente enojaría aun mas al mayor- abreme la puerta, vamos.- ¡No! No quiero hablar contigo, eres una mala persona.- el menor puso los ojos en blanco y se acomodo de espaldas con la puerta de metal.
- Si me entendieras, sabrías porque lo hago. No has vivido lo mismo que yo, no puedes criticarme- gruñó pasando su pálida mano por sus cabellos achocolatados
- No, pero he vivido algo diferente y se que esto no te motivos para matar personas- El peliazul estaba justo en la misma posición que su nieto, la diferencia es que el anciano llevaba una jarra con café caliente- Estas lastimando a otros que no lo merecen solo porque uno te hizo daño.
- ¡Claro que no! Todos son iguales... Todos menos tu- suspiro cansado- Solo abre la puerta.
- ¿Para qué? No me siento de humor para hablar contigo, Morty.
- Por favor- trato de utilizar su voz más suave para sonar convincente, como la que usó para engatusar a sus votantes. El traqueo del cerrojo le hizo esbozar una sonrisa. Se aparto de la puerta y se permitió ver el somnoliento resto del anciano.
- ¡Geez! ¿Tan siquiera dormiste?- empujó al otro y se adentro al lugar. Las hojas de la investigación seguían en la pared y el ambiente olía a café.
- No...- murmuró y se tiró a la cama, seguido de su nieto.
- ¿Sabes? Después de todo lo que hemos pasado... Ya no me es divertido verte triste...- su gélido rostro logró tornarse cálido- Creo que...- aquellas palabras simplemente se ahogaban en sus labios, pues no era común para el, soltar algo honesto- Creo que te- fruncio el ceño antes de continuar, lo que dijese podía cambiar muchas cosas, cosas que prefería prevenir- ¿te aprecio? ¿te quiero?...
Rick se giro totalmente shockeado, un pequeño rubor se formaba en sus pómulos, y aunque estuviese molesto, aquella confesión podía cambiarlo todo.
- ¿E-es en serio?- se sentó observando con ilusión al más bajo, quien se hayaba reacio a responder la pregunta con palabras, por lo que solo asintió.
Como era costumbre, Rick lo envolvió entre sus brazos con cariño paterno y la calidez que solo una familia podría otorgar.
El menor enterró su cabeza en el pecho de su abuelo, sonriendo para si.- También te quiero Morty "malvado"- susurro el anciano.
- Huh... Lo se... Rick, lo se. Y en parte me siento mal por saberlo, porque se que no me habrías rechazado.
- ¿Eso es malo?- lo aflojo un poco.
- No se, osea si... Pero desde hace poco no se diferenciar entre "lo malo" y "lo bueno". Es bueno darle una paliza a quienes lo merecen, de echo, una paliza no es suficiente para mi. Solo piensa un poco, si alguien golpeara, matara o violara a alguien a quien quieres mucho ¿Tu que harías? Si lo tienes frente a ti, si tienes la oportunidad de hacerle pagar de cualquier forma ¿Qué le harías?
- Ow... No lo se, Morty... - miro la alfombra de la habitación y lo pensó. Si tuviese frente a el a la persona que mato a su padre... ¿Qué le haría? - Tal vez... Lo justo para mi seria devolverle con la misma moneda... Pero ¿Lo justo para el? Morty, uno no puede juzgar a un asesino porque mato a alguien, sino por la razón por la que lo hizo. Y si a veces no es justo para uno, pero la justicia tiene dos rostros, y no siempre uno de esos nos beneficia.
- Pero Rick... - se relamio los labios y levantó sus ojos mirando al anciano frente a el- ¿No es mas humano dejarse llevar por la tentación de darle a un asesino lo que merece? Matar es una palabra muy fuerte, no se puede perdonar a alguien por matar.
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Doofus
Fanfiction☆Esto es una historia homosexual. ☆ Los personajes pertenecen a Justin Roiland. -CUALQUIER COPIA U ADAPTACION DEBE SER TOTALMETE PROHIBIDA-