-Aquí esta su café, señor presidente- despues de haber despedido al Rick secretario se tomo dos días para encontrar un reemplazo lo suficientemente capaz como para no dudar en su juicio, así que decidio irse por una opcion obvia, un Morty; el chico se habia graduado con honores en aquella carrera, pero era muy sumiso como para hablar por si mismo.
- Gracias, Morty- tomo la jarra y miro aquel oscuro líquido con su ceño fruncido- ¿Leiste el correo como te lo pedí?
- Oh, s-si señor, de echo, llego una carta de un tal Rick pidiendo una cita con usted para conversar sobre un aparente prostibulo ilegal de Mortys-aquel ceño fruncido dio espacio a un par de ojos sorprendidos, pero como es obvio no era buena sorpresa.
- Esos... -se silencio automáticamente, no queria decir groserías y ensuciar su imagen- Me alegra estar arriba ahora, alguien tiene que jalar la riendas a esos Ricks, algunos son peores que la peste.
- T-tiene razón, señor. Ese Rick dejo su numero al final del ultimo enunciado ¿Le llamo para confirmar?
- Si, así es. Entre mas rapido acabemos con esto, más rapido podremos enviar a esos Mortys con sus familias. Programa la cita mañana a las tres de la tarde.- Inmediatamente. Ah, y su Rick quiere hablar con usted.
- Mmm- dio un suspiro mentalmente, tenía mejores cosas que hacer, enserio-dile que pase, pero rápido-el chico asintió y seguido a que el saliera por la puerta el peliazul entro con una caja envuelta en papel de regalo color azul decorado con balones de fútbol americano y adornado con una cinta roja.
- Buenas tardes, Morty. No te he visto en todo el día y ¿Qué crees?-el anciano camino hacia el escritorio con una enorme sonrisa llena de ilusión, pero aquello no logro suavizar la rígida y gélida mirada del menor.
-¿Qué?-respondió de forma seca deseando sacarlo de ahi y terminar su trabajo rápido (el pobre tenía un pésimo día)
- Te hice un regalo, está hecho de cariño y buenos deseos para ti.
- Maldición, Rick. - irritado le quito la caja de entre sus palidas manos para luego abrirla mirando con desagrado el contenido- ¿Amarillo?
- Pues... Eres un Morty y la mayoría usa ese color aparte de que se te ve bonito, le da un bonito brillo a tus ojos- El menor arqueo una ceja
- Eso es un maldito estereotipo, Rick. Y lo de los ojos es la más grande estupidez que he oido.-saco el sueter amarillo hecho de lana y nuevamente lo miro con desagrado debido al estampado; una oración en la que se formaba "I'm the boss"- ¿Esto qué?
- Pues, esto.-el mayor abrio su bata mostrando un sueter azul en el cual ponia "When lost return to the boss"-Son sueteres que funcionan juntos. Vamos, ponte el tuyo, por favor.-el pequeño suspiro.
- ¿Sabes que opino de esto?-vio a Doofus negar con su cabeza- Es una mierda y lo odio- agarro el objeto y lo lanzo al bote de basura junto a los demas papeles de permisos que acababan rechazados-Ahora deja de intentar cambiarme y dejame trabajar, hoy tengo mucho papeleo.
-... P-pero y-yo...
-Y si vas a llorar hazlo en tu habitación con las cortinas cerradas-el anciano asintió y salio del lugar con su espiritu adolorido.
Con su expresión solida de siempre se levantó de su silla y camino a la ventana mirando sin sentimiento alguno su imperio, Mortys por ahi y por allá con vidas independientes y algunos acompañados por sus Ricks que parecían contentos por alguna razon-pobres crédulos...-murmuro para sí mismo con "lástima" -no falta mucho para revertir todo esto, muy pronto las cosas seran tal como deben...-se alejo de la ventana con su frente en alto- Como sea, necesito terminar todo esto, estar encerrado aquí me volverá loco...
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Doofus
Fiksi Penggemar☆Esto es una historia homosexual. ☆ Los personajes pertenecen a Justin Roiland. -CUALQUIER COPIA U ADAPTACION DEBE SER TOTALMETE PROHIBIDA-