Estaba viendo por la ventana cuando dentro de mi sentí una presión en el pecho, justo en mi esternón, algo poco común en mi, sentí libertad por momento, como el aire acariciaba mi cabello y el frio erizaba mi piel, pero mi cuerpo estaba sentado en una silla con un banco delante, donde tenía un cuaderno y una birome, al frente mío había un hombre explicando cosas con un tono de sueldo mínimo y pagado tarde. Es su cara se veía la infelicidad, el nos decía todos los años que vivió, que estudio, que viajo a tantos países, lo como si fueran logros, y lo no lo dudo, pero su cara reflejaba un fracaso, una vida no satisfecha, en mi mente me vino una pregunta.
-¿Por qué todos tienen el mismo sueño, los mismos gustos, los mismos objetivos?
Que mentira todo, su cara reflejaba las ganas de morir que tenia pero quería hacernos creer que era feliz, como hacemos todos ¿no?