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-¡Linda! Respondeme porfavor - abrí un poco los ojos y pude verle, todavía borroso. Me paré a observar lo poco que diferenciaba. Sus ojos estaban concentrados en mi, esos maravillosos ojos en los que todavia desconfiaba.-¿estas bien? va a venir la ambulacia dentro de poco.- oía su voz como un extraño susurro y caí de nuevo rendida, con la imagen de dos perlas verdes en la mente y un cuerpo caliene agarrandome de la cabeza sumiendome en ese mundo paralelo creado por mi cerebro.

Desperté.

Todo parecía haber sido un mal sueño. Roce detras de mi cabeza y una desagradable sensación recorrió mi cuerpo, realmente me dolía. Me incorporé un poco en la que claramente no era mi cama y entonces entendí que debía de estar en un hospital.

-Por fin te despiertas, me estabas asustando - podría reconocer esa voz en cualquier parte- menos mal que estaba yo alli.- su sonrisa de siempre aparecio dando paso a sus inigualables dientes perfectos. Estaba en blanco y mi cuerpo se inundo de una terrible sensación de vergüenza.

-Gra- gracias- me incorporé y me iba a levantar pero un dolor agudo recorrio de nuevo mi cabeza, me quejé e inmediatamente las manos de Josh se posaron en mis brazos. Ahora estaba despierta y las mariposas aparecieron atormentandome dentro de mi -estoy bien.

- Ya lo veo, deberías descansar un poco más- seguí intentandolo haciendo caso omiso a su comentario hasta que mis pies tocaron el frío suelo de la sala y por fin logré mantenerme en pie.

-¿Donde está el doctor para que pueda irme ya? Mi madre estará preocupada..

- Tu madre a estado ya aquí, la he dicho que me quedaba yo que se podía ir tranquila. Ahora vuelvo no te muevas.- entonces desapareció por la puerta antes de que pudiese decirle nada. Me senté de nuevo en la cama y me quité la bata que llevaba puesta encima de la ropa.

¿Había hablado con mi madre?, seguramente se habría ido de nuevo al trabajo y eso me hacía pensar que en vez de una ayuda estaba siendo una carga para ella. No quería ni pensar lo que me diría acerca de Josh, no conocía a muchos chicos y cada vez que me veía con uno se volvía loca de la emoción. No pensaba en él de ninguna manera romántica pero ella ya habría echo sus "ideas iniciales" sobre el tema, la verdad es que no se que era Josh para mi. Todavía no le consideraba ni si quiera mi amigo, había una barrera invisible entre nosotros llamada desconfianza y la verdad es que todavía no sabía porque hacía esto por mi.

Por la puerta entró un hombre con el pelo completamente blanco no muy atractivo, vestido con una bata blanca acompañado por Josh.

- Srta, a sufrido un pequeño desmayo causado por una bajada de azucar y esto a llevado a que se diese un golpe en la cabeza por la caída. Por lo que veo se esta recuperando rápido- Se acercó a mi y examinó mi cabeza- y los puntos están en su sitio, a si que si quiere puedo darla el alta ya. Por lo demás reposo y después de algunos días se los quitaremos- asentí y sonriendome de una manera bastante falsa se dio la vuelta y salió por donde había venido.

Me levanté y cogi mis Converse volví hacia la cama, me puse rápido los calcetines y seguidamente las zapatillas desabrochadas. Me dolía demasiado la cabeza para agacharme e hice una mueca al intentar hacerlo, entonces alguien se agachó delante de mi empezando a atarlas.

-No hace falta que lo hagas- su mirada se posó por un momento en mis ojos y volvió de nuevo a los cordones.

- No puedes hacerlo tu y a mi no me importa.

-¿Porque haces esto Joshep?

- Porque en el estado que estas..- le interrumpí antes de que pudiese continuar.

- No me refiero a esto, todo lo que haces. Intentar pagarme el almuerzo, las notas, todo.

- ¿No es evidente?

- No, no lo es. No me conoces, ni yo tampoco a ti.

-Eres como un libro abierto, todos tus sentimientos, inquietudes y gustos se pueden apreciar fácilmente si alguien se preocupa en hacerlo. Y sabes que - se levantó y colocó sus labios cerca de mi oido, podía sentir su respiración fluir por mi cuello y eso me hacía estremecer- eres mi libro favorito.- lo dijo en un suave susurro, como si hubiese alguien vigilandonos y no quisiese que se enterara, casi como si fuese nuestro secreto. Nuestro pequeño secreto.

Me quedé callada y por un momento nos quedamos quietos absorviendo todo ese momento, sabiamos que no se iba a volver a repetir. Se separó lentamente hasta que nuestras miradas chocaron haciendo que hubiese un accidente en mi mente.

- En ese caso yo soy la que no te conoce a ti. Eres un total desconocido para mi Joshep Roggan.

- Sería un placer ser tu libro favorito Linda Garrow.

Hablabamos en susurros, intentando no estropear el momento. Se acercó a mi, nuestros labios casi se rozaban y podía sentir como mi corazón se aceleraba, nuestras respiraciones se conectaron como si nubiese una especie de conexion entre nosotros y tenía unas incontrolables ganas de que llegase el momento de que nuestros labios se juntaran en una especie de pacto. Entonces la puerta se abrió de golpe y nos separamos de inmediato.

- Lo siento, no sabía que todavía no os habías ido...

- Ya nos íbamos, ¿verdad Linda?- me guiño torpemente el ojo y cogio su mochila. Me levanté y baje la cabeza al pasar delante de la enfermera que estaba al lado de la puerta riéndose, salimos de la habitación y Josh cortó el incómodo silencio que había entre nosotros.

-Te acompañaré hasta tu casa.

- No hace falta, me puedes dejar por el instituto , puedo ir andando desde allí- solo negó con la cabeza y se río. - no hace falta que me ayudes.

- Si hace falta, solo mirate necesitas descansar y no dejaré que te vayas andando a casa. Además se lo prometí a tu madre y tengo toda la noche.- De su mochila sacó las llaves de un coche y salimos del hospital, abrió un Mercedes blanco .- ¿necesitas ayuda para entrar?

- No..- entré con delicadeza para no hacerme daño y me acomodé en el asiento de cuero negro. El hizo lo mismo y nos pusimo el cinturón dispuestos a irnos.

-¿Nunca aceptas ayuda de nadie o solo es conmigo?- dijo arrancando el coche- Ya lo entiendo, te haces la dura.- Le mire y rode los ojos, estaba riendose y eso me enfadaba.Y al mismo tiempo me encantaba, era una sensacion contradictoria, todo en él lo era.

***

Sentí como algo me levantaba hasta cogerme completamente y elevarme entre sus brazos, me había quedado dormida.

Abrio una puerta y subió unas escaleras, abrió de nuevo otra y me dejo suavemente en una cama. Notaba como sus dedos se iban separando de mi piel entonces abrí los ojos y le ví alejandose.

- Josh- se dio la vuelta y se acercó a mi.

- ¿Necesitas algo?

- ¿Me podrías hacer un favor? - Estaba loca, no estaba pensando lo que iba a decir.

-Claro.

-Quedate esta noche conmigo- me miró fijamente- Necesito a alguien. Por favor. - Asintió serio y dejo la mochila tirada al lado de la cama mientras yo me quitaba las zapatillas.

Se tumbó en la cama y puse mi cabeza encima de su pecho. La acarició con cuidado y apago la luz. El y yo sabíamos perfectamente lo que eramos, no podiamos explicarlo solo lo eramos, sin más. Eramos el libro favorito el uno del otro.

SOMEDAY I'LL GET (Algún día te conseguiré)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora