SOMEDAY I'LL GET (Algún día te conseguiré)

IX- editando.

No tenía ganas de comer pero él insistió,  estaba sentada en la cafetería del hospital sola mirando por la ventana hacia la nada con una extraña sensación de impotencia. Me dí la vuelta y vi a Louis acercándose con una bandeja de comida en la mano, mis ojos se  encontraron con los suyos y en su mirada no encontré pena  , era una de las cosas que me gustaban de él que no me veía como a alguien débil. Se sentó enfrente mia y me acerco la bandeja: una hamburguesa con patatas fritas y una botella de agua, seguía sin apetito a si que quité la mirada de ella y mire otra vez hacia la ventana.

-Come algo, te vendrá bien.

-No tengo hambre- las manos empezaban a sudarme lo notaba.

-Linda, ¿quieres volver a desmayarte?, acaso es que no aprendes pareces...- me le quede mirando durante un segundo y me levante de la mesa, no tenía ni ganas ni tiempo para que me regañaran y menos a cerca de mi salud. Noté como algo me impedía avanzar,  me estaban cogiendo del brazo- sólo lo digo por tu bien.

-Como si realmente te importará.

-¿Y que te hace pensar que no?- me lo dijo en un tono tranquilo y bajo mirandome a los ojos.

-Tu.. tu con tu estúpida doble personalidad. Primero  te comportas como un completo idiota ahora te preocupas por mi, ¿que  es lo que quieres?- una lágrima amenzaba con caerse,  mi cabeza estaba echa un desastre y él sólo contribuía un poco más a ello.

-No.. no lo se- le mire de nuevo y quité su mano.

-Yo tampoco lo se Louis- me di la vuelta y me fui andando hacia la puerta, las lágrimas empezaron a caerme según iba alejandome de él, tenía que estar sola por lo menos un minuto.

Entré al baño y me moje la cara, quitandome el poco maquillaje que me había puesto y me miré al espejo, tenía los ojos rojos de tanto llorar y unas grandes ojeras, parecia que estaba  medio muerta, tal vez realmente lo estaba. Empecé a llorar, estaba sola, tenía que deshacerme de todo lo que tenía dentro, soltarlo y escapar de los sentimientos que me encerraban.

Tocaron a la puerta.

-Ya., ya voy- dije mientras me secaba las últimas lágrimas que tenía, limpié todo y salí encontrándome con sus  ojos negros y unas manos sujetando una bolsa con lo que supuse que era mi cena.

-Necesito hablar contigo.

Salimos a la calle y empezamos a andar hasta llegar a un banco que estaba al lado del hospital, todo estaba oscuro y solo nos iluminaba una pequeña farola. Me senté yo primero y le miré fijamente esperando a que empezará a hablar.

- Linda yo me quiero disculpar...

-Me tengo que disculpar yo, estoy un poco sensible  y algunas veces no se como conllevarlo sola.

- ¿Porqué lo haces siempre todo tu sola? sabemos que puedes, no tienes que demostrar nada.- tal vez era eso, quería demostrar algo pero a mi misma y eso era un problema.

-No lo intento, de verdad que no..., gracias por...

- No tienes que agradecer nada- sus ojos estaban clavados en mi, empezaba a ponerme nerviosa. Mire sus labios durante un segundo y quité la mirada inmediatamente,  no podia pensar en eso y el silencio empezaba a ser demasiado largo.

-Linda yo... estoy echo un lío. - se sentó a mi lado demasiado cerca de lo que querría que estuviese.

-¿Qué es lo que intentas decirme?- le mire a los ojos.