29

11.6K 485 47
                                    

Harry.

Agradezco que no haya nadie en casa cuando entramos y subo rápidamente las escaleras seguido por ella. Era tan agradable como era dolorosa escuchar su confesión. Yo iba a lastimarla, no podía estar con ella, ella es demasiado para mí. Sin embargo quiero estar con ella también.

Abbie… ya hemos hablado una y otra vez esto. —digo paseándome por la habitación hasta mirarla.

Sus ojos están cerrados y los abre rápidamente soltando un largo suspira antes de volver a abrirlos.

Está bien. —asiente—. Ya sé que no soy lo que buscas.

No me refería a eso. —casi sonrío. Es ella lo que quiero.

¿Por qué esperaste hasta que te lo dijera para humillarme? —Pregunta—. Podías haberme dejado ahí y dejarme ir yo sola. Usas a las personas débiles a tu favor solo para cagartelas y hacerte sentir bien ¿no es así? —sonríe y en sus ojos puedo ver como comienzan a formarse las lagrimas.

Abigail, yo… —empiezo pero me detengo.

No sé qué decirle. No soy bueno con las palabras la quiero cerca pero también la quiero lejos.

Está bien Harry. —asiente—. Olvídalo, solo me gustaría que mejor me hubieras dejado hundirme en ese estacionamiento. —se da media vuelta.

¡Joder Abbie! —Grito—. ¡No estaba pensando cuando te dije eso la noche pasada! Yo estaba enojado contigo y conmigo mismo pero tú tampoco puedes decirme todas estas cosas como si fueras inocente. ¡¿O no recuerdas las tantas veces que me humillaste alejándome de ti más bien rechazándome?! Finalmente lo hago y ahora vienes y me dices como si nada que quieres estar conmigo. —estoy desesperado.

¡¿Qué haces aquí entonces?! —Señala el espacio entre nosotros pero se da cuenta que está en mi habitación—. Me refiero a ¿Qué haces aquí detrás de mí? ¿Preocupándote por mí? ¿Siendo literalmente bueno conmigo?

Porque te quiero. —finalmente admito.

Cierro mis ojos con fuerza y pongo una mano en mi frente deseando poder borrar lo que acabo de decir. No puedo estar tan jodido por ella para admitirlo de una vez por todas.

¿Tú qué? —pregunta asombrada o cualquiera que sea esa maldita expresión.

Adelante. Vuelve a rechazarme y decirme que no vas a acostarte conmigo. —digo tranquilo—. Humíllame como tú lo sabes hacer, Abigail.

Tú no quieres a nadie. —se ríe. Esta nerviosa—. Tú no tienes relaciones ¿recuerdas?

No. No tenía. —acepto.

¿No estás jugando conmigo? —pregunta aun riendo.

No. —Niego—. Mierda, Abigail. Yo no quiero jugar contigo. Quiero estar contigo, en una jodida relación si quieres eso pero contigo. No soy romántico pero quiero una relación contigo, de verdad. Que seas mía y yo voy a ser solo tuyo no importa nadie más. Quiero hacerte reír y sonreír, no enojar y llorar. —me acerco para acariciar su mejilla.

Ella sonríe negando y bajando la mirada. Pongo mi mano en su mandíbula obligándola a mirarme mientras asiento y presiono mis labios a los suyos. Quiero todo de esta mujer, quiero estar con ella. La quiero a ella.

Te quiero, Abbie. —suspiro sobre sus labios. Ella asiente y vuelve a darme un beso—. ¿Vas a quedarte esta noche?

Está bien. —sonríe alejándose un poco de mi.

No quiero obligarla a nada. Sé que mi confesión la ha tomado por sorpresa y no hare nada por incomodarla sobre ello. Pero lo de sus padres es algo que me tiene pensando. Demasiado para mi gusto. Me acerco y me siento a su lado en la cama.

No vas a irte. ¿Verdad? —la miro fijamente.

No Harry.  —Niega acercándose más a mí—. Quiero estar contigo.

¿Qué hay de tus padres?

Voy a ocuparme de eso luego. —dice tranquila.

Me recuesto al respaldar y tomo su mano pidiéndole que se acerque más. Con una sonrisa lo hace y la empujo a mi regazo. Es impresionante lo que hace conmigo solo con estar tan cerca Literalmente estoy necesitado de ella. Tomo su labio inferior entre los míos y succiono de este son una sonrisa. Puedo acariciar sus piernas porque su jodido uniforme de animadoras me lo permite y ahora, solo ahora, agradezco que lo lleve puesto. Sus delgados brazos se enrollan en mi cuello y solo puedo buscar a tientas el dobladillo de la camiseta que lleva puesta y tirar de ella hacia arriba. No me detiene mas continua besándome de la manera en que ella solo puede hacer que me caliente. Me veo obligado a separarme de sus labios para tirar de la camiseta por encima de su cabeza. Sus ojos se encuentran con los míos y bajo la mirada observando lo que tengo a mi disposición. He visto millones de sujetadores negros y de encaje pero tenía que admitir que ver uno en ella solo lograba ponerme más duro de lo que ya estaba. Como si fuera poco se mueve con fuerza sobre mi regazo y dejo escapar un gemido separando mi boca de la suya por un fragmento de segundo y sonríe, una sonrisa de lujuria y deseo que se vuelve asustada cuando la puerta principal golpea. Me empuja con fuerzas apartándose de mi regazo.

¡Harry! —mi madre grita abajo—. ¡¿Estas en casa?!

¡En mi cuarto! —me las arreglo para gritar—. ¡Ya bajo!

¡Bien! —grita e vuelta.

Miro a Abbie quien sigue asustada y su respiración es entrecortada. Sus labios están rojos e hinchados por la intensidad de los besos hace unos segundos. Sus mejillas están sonrosadas.

¿Quieres quedarte de todas maneras? —le pregunto.

No lo sé. —Se encoge de hombros—. Dime tú.

Yo voy a decirte que sí. —sonrío acercándome a ella.

Su pequeña sonrisa me hace saber que no consigo convencerla aun. Pero quiero tenerla, para mí. Deposito un beso en sus labios y me alejo.

¿Debería bajar? —pregunta riendo.

Si quieres. —Me encojo de hombros—. Va a gustarle que estés aquí.

Pero… No le dijiste que era una mentira que estábamos juntos. —quiere saber.

No iba a decirle eso. —niego riendo.

¿Por qué no?

Porque entonces si estaría mintiéndole. —sonrío—. ¿No estamos juntos ahora?

Ella frunce el ceño y sé que estoy comportándome como un idiota romántico.

Like you. Harry Styles. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora