Gritos, aquello parecía ser lo que predominaba ahora en aquel lugar.
El rubio suspiró con pesadez, mantenía en su diestra su martillo con fuerza, apretando el mango en una muestra de impotencia y desespero. Se sentía un tanto alarmado.Minutos atrás, 20 tal vez. Estaba en su cuarto de cierta manera animado. Podía ver su sonrisa sobre sus labios mientras peinaba sus cabellos en un amarre a lo alto. Había llegado de entrenar y tras ducharse, se preparaba para buscar qué hacer en la instalaciones. Aquel día no iría a clases, «¿Para qué?» solo quería disfrutar un poco de lo que había para ser ofrecido. Tal vez salir con alguna chica/o. Posiblemente solo pasear o perderse en las piscina de la instalación. Escaparse por un momento igual parecía una opción variable.
Salió de su cuarto tras vestirse con una remera blanca, ajustado a su cuerpo y unos pantalones negros. Aquellos ropajes midgardianos parecía haberle encantado ante la comodidad. Sin más, un grito llamó su atención.
Contuvo su respiración, tratando así de agudizar su oído, buscando poder tener más claridad entre el silencio. Nuevamente lo oyó. Extendió su diestra por unos segundos hasta que su Majorni se dirigió a su agarre. Fue entonces que comenzó con cuidado a caminar entre los pasillos, de manera veloz pero precavida. Sin embargo tras unos momento lo entendió, aquel grito no provenía de allí dentro.Evitando las escaleras, se puso en el barandal de estas, lanzándose hasta el vacío que se limitaba último piso que se dejaba ver. Un estruendo se hizo audible ante su caída más debido ante el martillo de Uru que cargaba consigo. Fue entonces que todo se oía aún más.
Pudo observar a los alumnos alarmarse ante la llegada de Petar, ¿que sucedía con exactitud? Aquella pregunta fue respondida al observar tras las ventanas. Sintió su corazón helarse, personas comían personas. Era lo que podía entender.Ahora se encontraba allí, dispuesto a salir a pelear con lo que sea. Aunque no le brindaran permiso, los habían reunido en un lugar y los nervios lo estaban carcomiendo. A lo lejos pudo ver a Loki, ver a su hermano lo hubo calmado un poco más. Al menos su única familia estaba a salvo.
Suspiró cerrando sus ojos un instante, no podía procesar las palabras ajenas ante su estar.
—¿Que debemos hacer con exactitud? — Indagó en voz alta, tratando de cortar con la voz que parecía dar las órdenes. —Tenemos que salír, debemos hacer algo o todo será peor. No entiendo que sucede, sin embargo esto es una amenaza latente.
La palabra “caminante” había llegado a sus oídos en el inicio de la reunión. Más seguía sin comprender, a su mirar los midgardianos se habían vuelto locos. No parecía conocer otra explicación. Lo que sí veía, era que estaban en peligro personas inocentes, posiblemente incluso sus amigos y no era algo que pudiera dejar pasar. Necesitaba salir, el impulso era lo que invadía su ser. Y la verdad era, que no parecía poder contener aquel deseo por mucho más, aunque eso pudiera significar arriesgar su propia vida.
[Continuará.]
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Toirneach.
FanficMe han retado a una serie de 10 preguntas, el hijo de Odín debe cumplir sus palabras. Así nace este apartado. - ⚡