Arnold

4 0 0
                                    

Suena el despertador, extiendo mi brazo hacia la mesita para a pagarlo y de un manotazo sin querer se me cae al suelo, Hay no!! Ahora tendré que levantar si o si. De todas maneras debo levantar tengo trabajo, así que, no queda de otra.
Mientras me aclaro la vista, siento dentro de mi algo doloroso y palomitas revoloteando en mi vientre, cada segundo que pasa se unen mas a hacer alboroto. ¿Que es lo que pasa?¿Porque siento esto? No se, pero duele. De pronto salta mi subconciente con sus comentarios innecesarios "No seas tonta, estás así porque ayer vino Uriel, te dejo la carta y la rosa, luego lo viste y..." la interrumpo antes de que siga, " Cállate, no te pedí opiniones".
Claro, esa es la razón, ¿Como pude olvidarlo todo?.Bueno, en fin.
Me levanto, preparo la tina con agua caliente, luego me meto dentro, siento como el agua relaja mis músculos. Salgo y me visto con un pantalón de vestir elastizado de color negro pegado a mis piernas, una blusa de mangas largas de color negro, por encima mi tapado rojo y un cinturon negro que amolda el tapado a mi cintura y hace juego con mis botas roja de cordon y plataforma alta, a mi pelo lo pongo crema para peinar y luego de cepillarme lo agrego un aceite para no desarmar mis rulos y así llevarlo suelto como siempre, tomo mi bolso negro, pongo llave a la puerta, tomo el coche y salgo rumbo al trabajo.
Al llegar a la facultad, aparcar mi auto y saludar a mis alumnos, que como siempre me esperan contentos, me dirijo a la dirección a dar mi presente, en el momento que entro, no puedo creer lo que veo parado de espaldas hacia la puerta. Mi corazón creo que va a estallar en cualquier momento y ahora tambien se unieron mariposas en mi vientre al ver a Uriel. Se perfectamente que me sintió llegar pero no se voltea a verme.

- Por favor, contrólate.- Escucho su voz suave y aterciopelada hablar en mi mente.
- ¿Me podés explicar que es lo que haces acá?- Pregunto bruscamente, no se si va a oírme, pero intentar no hace mal a nadie.
- Solo, soy el nuevo profesor de Historia Musical.- su voz es calmada y dulce. Bueno yo doy clases de Lenguaje Musical.
- Estás loco? Como es que se te ocurre hacerme esto?- casi lo grito, ahora si que me dio rabia.
- Sabes muñeca?, la verdad es que si estoy loco, loco por vos, loco por volver a tenerte entre mis brazos.- Hay que bronca! No le contesto,es inútil.

Trato de calmarme y tomar aire. El se voltea y nuestras miradas se encuentran, nos quedamos embobados viéndonos durante una facción de segundos. Trato de apartar mi vista de su mirada penetrante y perfecta, sus labios, su cuerpo, creo que nunca voy a dejar de admirar su belleza.
Aparto mi vista, el sale hacia la puerta , yo firmo el libro y salgo, al salir al pasillo lo veo recostado en la pared a mas o menos dos metros. No me había fijado en su ropa, tenía un vaquero azul, una camiseta blanca y encima un abrigo con cierres de lana negro. Tambien me percato que no me quita la vista de encima, paso de largo mostrando indiferencia.

- Estás embriagadora mente hermosa- oigo decirme por el pensamiento. Doy un suspiro hondo para tratar de controlarme.
- Imbécil, dejame en paz!!- digo ferozmente.
- Que difícil te estas poniendo bonita mía.- Su voz suena tan sensual que me derrite, pero ahora no voy a caer, que sufra un poco. Gruño para mis adentros y me desaparezco al curso.

Al terminar tomo el coche y regreso a casa para almorzar. Me siento tan desesperada y con mucha rabia, no entiendo porque hace esto, "Lo hace por vos porque te ama" , mi subconciente otra vez metiéndose donde no la han llamado, "Cállate", es lo único que puedo decirle, "Bueno esta bien, mejor no opino", dice haciendo seña de haber cerrado su boca. Solo doy un suspiro, el no me ama, bueno tal vez si, pero me va a costar mucho confiar en el. Llego a casa, almuerzo y voy a mi habitación a descansar un poco hasta la hora de volver.
La verdad es que no tengo ni un poquito de ganas de ir a ensayar, se que el va a estar y eso me pone de nervios. Es un idiota, ahora tendré que verlo todos los días, me pregunto que hice mal en mi vida para merecer esto, ¿será que no puede dejarme en paz? No le voy a dar chance, se va a cansar y dejara de joder. "No estoy tan segura de que quieres que te deje de joder", mi subconciente de nuevo metiéndose donde no le importa, "Vos no sabés  nada, además te pedí que no opines nada", le digo renegando, "Dale, lo lamento" dice avergonzada.

Sed, Amor Y Pasión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora