Ya pasaron seis meses desde que el, Jimena, el profesor y el resto de su familia se fueron, no puedo pronunciar su nombre, me hace sentir fatál. Creía que no sobreviviría a su ausencia, pero debo dejár de pensár en el, así podré olvidarlo, aunque creo que será muy difícil. Hásta ahora no logro entender como pude llegár a amarlo en tan solo una semana y media. De ahora en más voy a tratar de ver a mis amigos, divertirme con ellos, salir adelante con el instituto, ya que me gradúo este año, así que lo único que me resta es ponerme las pilas y olvidarme de que el alguna vez cruzó por mi vida.
-Penélope! Cielo! Ya estas despierta?! – Escucho a mi tía llamándome.
-Sii! Estoy en la bañera, pasa.- le digo medio a gritos. Ella entra y se sienta en la orilla de donde me bañaba con agua calentita.
-Feliz cumpleaños cariño! - dice con una sonrisa de oreja a oreja y veía que sus ojos reflejaban felicidad.
-¿Qué? – dije sorprendida y mis ojos se abrieron lo mas que pudieron.
-Si hoy es tu cumpleaños- la sonrisa no se le borró por nada, creo que se reía de mi cara y lo tonta que soy por olvidarlo.
-Que fecha es hoy?
-15 de Septiembre.- me contesta aún sonriente
-Lo siento lo olvidé.- Murmuré todavía sorprendida.
-Vamos a festejarlo hoy de noche.- Hay no, lo que me faltaba, eso era algo que a mi tía no se le escaparía por nada.
-Pero tía…- dije atorándome con la saliva- no vamos a tener tiempo para preparativos, invitaciones…-Me interrumpe antes que siga.
-No te preocupes por eso, ya esta todo listo.- Ahora si me dio miedo. Ella se perdió de mi vista antes que dijera algo.Como es que mi tía me hace esto?, ni si quiera se toma la molestia de consultarlo conmigo, yo se que ella trata de hacerme sentir lo mejor que pueda, pero me gustaría que me hubiese hecho acordar que hoy cumplía años así yo podría ayudar con el dinero. Ahora que estoy trabajando en una tienda de zapatos hace cuatro meses, bien podría colaborar, no quiero que ella gaste mucho en mi, me hace sentir incomoda, porque yo puedo ayudar, En fin, conociéndola va a celebrar a lo grande, invitará al mundo entero. No se como fuí capás de olvidarme de todo.
Voy a llamar a Juliana para que me acompañe a hacer compras, al menos la ropa quiero a mi gusto, y no le voy a decir nada a mi tía, si no querrá ir conmigo y comprara lo que se le antoje, sus gustos son muy refinados, eso no me sienta bien, así que prefiero que no se entere para que pueda comprar lo que yo quiera, mejor ropa sencilla.
Bajo a la sala de estar y ella esta sentada en el sofá con su celular y no se da cuenta de mi presencia, levanto el tubo del teléfono y marco el número de la casa de los Herrera, suena un tic, otro tic, y me atiende alguien.-Hola?- habla una voz ronca y gruesa. Seguro es el hermano de Juli.
-Hola, soy Penélope, está Juli?- pregunto ansiosa.Escucho que la llama a medio grito por su nombre “ es Penélope” oigo que dice.
Luego escucho su risita.-Holaaa…???- se nota que esta sonriente- Como estás?
-Bien bien- Su alegría me contagia- te llamaba para ver si podes acompañarme a hacer compras ahora?- ojalá diga que si, no quiero ir con mi tía Sonia.
-Si, claro que si, yo también tengo que hacer algunas compras- solté un respiro que por lo visto lo tenía retenido desde haber hablado con mi tía hoy.
-Bueno, te paso a buscar a las 8:00 si?
-Dale dale, te estaré esperando.
-Nos vemos enseguida.
-Dale. – y cuelgo.Cuanto agradezco que ella pueda ir conmigo. Juliana es una persona tranquila, jamás intenta saber cada detalle de mi vida, solo si lo cuento porque quiero, pero si no, se conforma con lo que quiero que sepa. Siempre esta cuando la necesito, es una buena persona y Yo la quiero un montón, creo que nunca tendré quejas de ella. Es bueno tener una amiga para que te apoye y en la que confiar.
Me gustaría confiar en mi tía, pero no sabe guardar secretos, entonces prefiero no demostrar cuando no me siento bien.
No tengo ganas de salir, de hablar con nadie, el vacío que siento no me deja hacer nada, solo quiero encerrarme y largarme a llorar a cascadas, tengo que retener el llanto, no tengo que dejarme llevar por la amargura, debo salir adelante, tal vez la salida de compras con Juliana me haga sentir mejor, eso espero.
Hablamos sobre el instituto, ella observó la ropa que yo llevaba puesta, como de costumbre, siempre los mismos modelos y eso a ella le sorprende. Me contó sobre Carlos, un compañero de clases, del cual ella esta profundamente enamorada, me dijo que el la invitó a cenar mañana por la noche y eso la tenía totalmente felíz. Escucharla hablar de sentirse tan felizmente me hacia estremecer y sentirme mas vacía de lo que ya me sentía, de vez en cuando me dan ganas de decirle que se callara la boca, que no quería oír nada de amores, pero hacer eso la decepcionaría, tampoco lo haría, no ahora que ella es la única que estuvo a mi lado escuchándome y viendo como lloriqueaba por un degenerado que no le importó dejarme.
Terminamos las compras, dejé a Juli en la puerta de su casa y llegué a casa eso de las diez del mediodía, ya estaba preparado el almuerzo, como es sábado mi tía está en casa y puede hacerlo sin problemas. Comíamos en silencio mientras yo estaba sumida en mis pensamientos, pensando en como seria hoy si el no se hubiera ido, intentaba imaginarlo todo, pero era inútil, sabia que el no está y que no volvería, y ahora me pregunto ¿Qué carajos hago yo tratando de imaginar algo que ni si quiera posibilidades tiene de que pase? Soy una estúpida, una sonsa, que por más que intente olvidarme todo de el, está en mi, sus ojos de color oro, su piel blanca como la nieve, sus labios carnosos que no pude probarlos, su piel fría como una noche de invierno que me erizaban la piel cuando rozaba sobre mi mejillas, su cuerpo fornido que se notaba aún estando envuelto en una camisa, su sonrisa, esa sonrisa pícara que me enloquecía, ¡Hay por Dios! Me voy a volver loca pensando en el, saber que existe y no poder, tenerlo, tocarlo, besarlo, todo esto es un desastre, lo se, pero siento todo en su contra, amor, decepción, dolor, rabia, etc. Me doy cuenta de que una lágrima esta queriendo salirse de su sitio así que no se lo permitiré, inhalo y exhalo hondo, y en eso, alguien me saca de mis pensamientos.-Pasa algo cariño?- pregunta mi tía con un aire de preocupación
-No, estoy bien- contesto sin levantar mi rostro para no toparme con sus ojos, porque si no se daría cuenta que le mentía.
-De verdad todo esta bien?- pregunta en dudas.
-Si, si- no sabia que decirle- estoy preocupada por la fiesta, eso es todo.- hice un esfuerzo por sonreír para que se tranquilice.
-Ah, no te preocupes cielo, todo saldrá perfectamente- me dedica una leve sonrisa de compasión- te lo prometo- vuelve a sonreírme, pero esta vez con más entusiasmo.
-Voy a mi habitación, si necesitas algo llámame- ella asiente y yo me voy en cuanto termino mi almuerzo.Subo a mi cuarto y saco las ropas y los zapatos que me compre hoy, un vestido angosto azul hasta las rodillas con volados de un azul más oscuro y un cinturón de color blanco, el cuello era sencillo no tenía nada de firuletes, no me gustan y un saquito de vestir de color negro con perlitas plateadas, los zapatos son negros de taco fino todo cerrado y con una flor arriba. Me los probé para ver como me quedaban, me miré al espejo varias veces hasta que me convenció. Luego me los saque y guarde para la noche. Me eché a la cama, intente dormir y no pensar en nada que no debía, hice todo el esfuerzo que pude para lograrlo, me puse los cascos en el oído con música en el celular, una canción titulada Canzone Per Te de Il volo creía que iba a olvidarme aun que sea por este rato, pero no funcionó las cosas que decía la canción eran como para dejarme peor de lo que estaba así que apague e intenté dormirme, eso si funcionó.
Después de despertarme de la siesta y bañarme con agua calentita me visto para la fiesta, escucho murmullos, miro por la ventana y veo a medio mundo en el patio de mi casa, termino de arreglarme y bajo a la sala de estar y todos me reciben con arroz, pétalos de rosas que me lanzaban desde los costados mientras me habrían paso y no pude retener una sonrisa, tendría que fingir estar dichosa y eso me desarmaba, y lo logré. La gente me saludaba y me entregaba regalos, detrás de toda esa gente veo al lobo blanco esconderse en el bosque, era Mirco quien más, al verlo no me sentí tan vacía así que decidí seguirlo, en cuanto doy vuelta atrás esta el parado en mi frente con una sonrisa amortiguada, se le ve muy bien, lleva puesto un vaquero azul oscuro y una camisa blanca, su pelo lacio hasta el cuello le quedaba muy bien.-Feliz cumpleaños- habla al fin mientras me toma una mano y la besa en los nudillos, yo sonrío un poco nerviosa.
-Gracias- contestos casi en susurros. Veo como su mirada recorre mi cuerpo de arriba abajo. Una sonrisa pícara se forma en su rostro.
-Estas demasiado bonita para estar acá afuera rodeada de varios hombres.- Dice mirando a algunos a mi alrededor que por lo visto no me sacaban los ojos de encima.
-Gracias, otra vez,- miro a sus ojos y sonrió- y no te preocupes por los hombres que no se me acercarán, te lo aseguro.- sonríe y se aclara la garganta.
-Me concede el honor de presentar un baile con usted señorita?- pregunta extendiendo su mano derecha para que se lo tomara. Me quedo unos segundo contemplándole inexpresiva por ser tan formal, hasta que reacciono.
-Si claro- tomo su mano y comenzamos a bailar el tango. Después de varios segundos me percato de que nadie esta a nuestro lado bailando si no parados uno al lado de otros formando un circulo a nuestro alrededor, siento que mis mejillas y orejas empiezan a quemarme, estoy colorada, que vergüenza.
-Se puso roja señorita- murmura Mirco en cuanto terminamos de bailar, en su rostro se eleva una gran sonrisa.
-Cállate- le digo muy nerviosa, y me pierdo dentro de la casa a mi habitación sin fijarme en su expresión.Llego y me acuesto exhausta. Me recupere bien y volví a bajar, esta vez no bailaré con nadie o si no me desmayo. La hora pasó volando, aun que dije que no bailaría mas, si baile. Se compartió la cena con todos, comimos torta después me hicieron abrir los regalos en público, luego bromeamos y por último todos se fueron marchando de a poco a sus casas. Esa noche no tuve tiempo de pensar en absolutamente nada y me quedé dormida.
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Sed, Amor Y Pasión
VampirePenélope, se muda de su provincia natal a otra provincia del Sur de Argentina, cuyo nombre es Neuquén, allí un lugar frio Conocerá a Uriel un joven que ella lo considerará extraño, pero la sorpresa que se llevará cuando el le confiese toda la verdad...