Prólogo de Ariel

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Marzo, 2002.

— ¡Te dije que no! —me estremezco deslizándome hasta abajo mientras cubro mis oídos—. ¡Deja de llorar! ¡Nada de lo que digas o hagas hará que me quede!

—Por favor...

Lo escucho suspira y reír, haciéndome querer hacer más pequeña.

— ¿Quieres saber la horrible verdad, Kerry? —No, no—. Me siento asqueado de tu persona, ¡Mírate, por favor! Eres un asco, una mierda... no vales nada para un hombre como yo. ¡Tampoco esa maldita niña!

Mamá solloza más y quiero que deje de hacerlo, quiero que él se vaya.

—Te necesitamos...

No...

—Por supuesto que me necesitas —dice— sin mí tú eres nada, no tienes ningún valor. Todo en ti me repugna.

—Tu hija... —susurra bajito.

No, ella ya no es mi hija, es tuya —se ríe— te la dejo. De todas formas nunca me importo.

Duele.

— ¡No me dejes! ¡Por favor!

—Encontré otra mujer que es mucho mejor que tú. En todos los sentidos. No quiero volver a oír de ti o de tu mocosa, ¿entiendes? —Mamá solloza más— ¿me entiendes, Kerry?

Mamá debe haberle asentido porque después se escucha la puerta cerrarse con fuerza y lo siguiente que se escuchan son los sollozos de mamá.

Salgo lentamente del closet y después de mi habitación, cuando llego donde mamá ella está en hecha bola sobre si cubriéndose y llorando. Papa se fue... solo somos ella y yo.

Ella y yo...

Me acerco hacia ella, que cuando me ve se sienta sin dejar de llorar. La abrazo y ella me devuelve el abrazo fuertemente...

—Nunca te dejare mamá.

Y espero que ella nunca me deje a mí.

Sin embargo, me dejo...    



¡HOLA! Aquí comienza esto entonceeeeeeees. 

A quien sea que lea muchas gracias y nos leemos pronto :D

Saludos :)

Amarte [Libro 1, trilogía A&A]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora