Amarte [Libro 1, trilogía A&A]

Capítulo Cinco: "Sal conmigo, por favor"

Sacudo mi cabeza anonadada con sus palabras.

—¿Estas loco, Lex Luthor? —Me rio a mi pesar cuando sonríe angelicalmente. Maldición, el chico parece un ángel cuando sonríe así con su cabello rubio y ojos azules— además, ¿pensé que querías redecorar tu negocio?

—¿Puedo sentarme? —Inquiere encarnando sus cejas.

—Por supuesto. Disculpa mis modales, pero me sorprendió verte entrar —ambos tomamos asiento y suspiro sintiéndome repentinamente nerviosa.

—No te preocupes, entiendo. Ah, sí, si necesito tu ayuda con la remodelación del bar; es la primera vez que lo remodelare desde que lo abrí hace unos... cuatro años.

A mi mente vienen todos los tipos de muebles que encontré en las tiendas y empiezo a hacer nota mental de algunos en especial que me gustaron.

—Tengo ya seleccionados algunos muebles y va a ayudar mucho el hecho de que he estado en el bar.

—Excepto en la zona VIP.

—Excepto esa —acepto riéndome— imagino que esa la querrás incluso mejor.

—Odio hacer diferencias entre ambas partes, pero si, tiene que ser un poco mejor. Más porque la zona VIP cuenta con habitaciones que algunos de quienes van suelen utilizar; usualmente son famosos quienes la piden por momentos.

Arrugo mi nariz y él se ríe asintiendo.

—Tendré que verlas para poder darme una idea —murmuro entusiasmada con la idea de redecorar.

—La barra también quiero que cambie. Quiero que el lugar se vea exótico y oscuro —cruza sus brazos y tiene una expresión pensativa— tiene que ser un trabajo rápido por más que me duela no tenerte a mi alrededor tanto tiempo, pero también no puedo cerrar el lugar por un largo periodo.

—Oh, no te preocupes. Soy buena en esto, de verdad. Conseguiré tenerlo listo en poco tiempo.

Sonríe y asiente confiando en mis palabras. Sus ojos azules se ven tan cálidos y confiados... de repente sonríe torcidamente viéndose atractivo.

—Terminados los temas de negocios y antes de partir rumbo al bar, ¿si saldrás conmigo?

—No salgo con clientes —sin pensarlo le guiño un ojo.

—Yo soy más que tu cliente. Me conociste antes de si quiera solicitar tus servicios.

—Pero ahora eres cliente.

Frunce el ceño pensando.

—Soy capaz de cancelar la remodelación con tal de que aceptes salir conmigo.

Abro los ojos y niego, sintiéndome entre divertida y estresada.

—Me despedirían si hicieras eso.

Hace un lindo puchero y maldición, luce ardiente y este hombre solo haciendo eso podría hacer que una mujer haga cualquier cosa por él.

—Vamos, acepta salir con este pobre hombre solitario y que esta cautivado por una hermosa rubia diseñadora de interiores con un lindo nombre de princesa de Disney.

Gimo.

—Dios, eres frustrante.

—Y lindo —me guiña y continua con su puchero— sal conmigo, ¿sí?

—Me lo pensare, ¿Bien? —Me pongo de pie y aliso mi vestido— vamos a tu bar. Saliendo de allí obtendrás mi respuesta.

—Confió en que será un gran sí.