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Ahora sé que se los debo todo.
Piper, ella, quería mucho a mi padre. Me lo decía para reconfortarme. Es más fácil de querer a las personas cuando jamás se les ha visto.
Porque mi papá  no estaba. Nunca estaba. El trabajaba en !ndustry. Visto su pelo debía ser uno de los jefes. El trabajaba mucho. El viajaba.
Yo, lo veía una vez al mes en la sala de espera de su oficina.
El llenaba el refrigerador en línea, todos los lunes. El quería que nada me faltase. Eran cantidades astronómicas de comida; ocho cajas todos los lunes. En la semana me daba tiempo de comer tres huevos, pastas y un poco de brócoli, no más. Y volvía a comenzar. Ocho cajas. Era una pesadilla.
Una vez a la semana el teléfono sonaba.
-Todo va bien cariño? Tienes todo lo que necesitas?
No era mi padre. Era su secretaria, Anfítrite.
Mi papá no tenía tiempo.

Ma planète  [Percico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora