#00

2.4K 170 8
                                    

Jungkook

Jungkook tenía sólo dieciséis años la primera vez que vio a Seokjin.

Todo comenzó un día en el que su mejor amigo Taehyung no dejó de hablarle con tal fascinación de un tal 'Jin hyung' que había conocido a través de un grupo de anime proveniente de alguna red social, que si bien a él muy poco le importara –haciéndoselo saber al mayor, no directamente pero sí queriendo traer a flote otro tema o simplemente mostrándose menos interesado–, éste no cesó su charla sobre el ya nombrado desconocido chico.

Decir que le estresaba era poco; desesperaba y frustraba oír sobre tal persona. A él no le interesaba saber sobre lo muy "genial" que era Jin hyung, o si sus chistes eran los más graciosos que podrían haber en la faz de la tierra, palabras dichas por Taehyung, no de él. Lamentablemente para Jungkook, a su mejor amigo cuando algo se le metía a la cabeza, no lo soltaba hasta que se aburriera del mismo con el tiempo. Cosa que, le tocó esperar al pelinegro.

Tres semanas pasaron, y Taehyung seguía tan colgado en el mismo tema, sólo que ya no se trataba de 'Jin hyung', no, ahora se incluía a todo su grupo de amigos con apodos extraños, de los que no se tomó el tiempo de memorizar –y del que su mejor amigo ya formaba parte con su sobrenombre de 'V'–. Tampoco los entendía, ¿acaso hacerse llamar entre ellos con apodos los hacía más geniales, o qué rayos? Aunque, Jungkook no lo admitiría, muy en el fondo creía que era cool.

Si tuviera un apodo, se haría llamar 'JK'. Como la firma que colocaba en unas de las esquinas de todos sus dibujos.

Pero no, tampoco quedó ahí, poco después la insistencia de Taehyung aumentó. Ahora no le hablaba de las estupideces que hacían un grupo de jóvenes a las once de la noche en un parque, sino de la "magnífica" idea de presentarles sus nuevos amigos, nótese el sarcasmo. ¿Qué por qué tanto drama si se trataba de simplemente conocer a gente nueva? Púes Jungkook no quería, no le interesaba conocerlos, y consideraba como una molestia cargar con tales personas cuando tenía otras miles de cosas más importantes en las qué enfocarse. Si Taehyung era su mejor amigo, no necesitaba de más nadie, porque en lo demás prefería trabajarlo por sí mismo.

—¡Vamos, Jungkook-ah! No seas así, les he hablado de ti a los chicos y quieren conocerte— para mala suerte del pelinegro, Taehyung amaneció hoy con el bichito de "hoy molestaré a mí mejor amigo con algo de lo cuál él había especificado en un rotundo no". El mayor le removía el hombro, pellizcaba sus mejillas y provocaba un sonido muy molesto con las suelas de sus zapatos contra la cerámica del comedor.

Ni cuando estaban comiendo el mayor se quedaba tranquilo.

—Ya te dije mil veces que no— le miró severamente el pelinegro, seguidamente de darle un sorbo a su leche de chocolate y fijando su atención al cuaderno de biología, intentando concentrarse a pesar del bullicio por las habladurías de las otras personas que los rodeaban, su mejor amigo no dio brazo a torcer, arrebatándole el cuaderno—. ¡Oye! Por si no lo sabías, tengo prueba en la próxima hora, por ende, debo repasarlo para que no se me olvide ni un punto.

—Púes no te lo daré. Llevas todos estos días ignorándome, así que, si pudieras prestarme un poco de atención no estaría haciendo esto— Taehyung se cruzó de brazos con todo y cuaderno, apresándolo en su pecho por si al menor se le ocurría quitárselo.

—Te prestaría atención si me dejaras de hablar de tus nuevos amigos— soltó con amargura. No quería sonar celoso, claro que no, ¿pero cómo evitarlo? Su mejor amigo estaba más que pendiente de otras personas y prácticamente se sentía dejado de lado. Jungkook sabía que el propósito de Taehyung no era ése y que quería ayudarlo a abrirse a nuevas personas, sin embargo, no quitaba que a veces le doliera saber que su único amigo podía dejarlo en cualquier momento para irse con otros que realmente lucían geniales a perspectiva del mayor.

Jungkook odiaba sentirse así, porque él sí era un adolescente con seguridad y confianza en sí mismo, a comparación de otros.

—¿Qué?— lució sorprendido a primera instancia, bajando la guardia, a lo que el pelinegro aprovechó para quitarle el cuaderno—. Y-yo, disculpa... Sólo quería que conociera a otras personas, Jungkook-ah— se excusó cabizbajo.

—Te he dicho que no necesito conocer a otras personas, hyung.

—Eso es lo que tú crees— negó con la cabeza severamente, señalando al menor con su dedo índice, y apuntando directamente a la punta de la nariz del pelinegro—. Jungkook-ah, me preocupas. Estás tan solo que pareces un adolescente de esos emos que escriben frases deprimentes en tumblr, ¡hasta te estás dejando crecer el flequillo!— miró con horror al cabello del menor.

—¡No voy a volverme emo, idiota!— le dio un manotazo en el brazo izquierdo a su mayor, dedicándole una mirada de muerte.

—Yah, tampoco te pongas agresivo— Taehyung se sobó la zona, su expresión adoptando una mueca exagerada de dolor.

Respiró hondo; sí tenía que relajarse.

—Y no tienes de qué preocuparte, hyung— habló en un tono más calmado, buscando así que su mejor amigo le comprendiera por primera vez en mucho tiempo—. Además que sí tengo amigos, te tengo a ti y a Nayeon.

—Nayeon no cuenta si solamente le hablas para pedirle el sacapuntas en clases— murmura en voz baja, sin embargo, no fue impedimento para que el menor lo escuchara—. Además, ella está enamorada de ti, por eso te persigue.

Ignoró aquello, diciéndose a sí mismo que no solamente le pedía el sacapuntas a su compañera de banco. También tenían conversaciones, ella le saludaba y se mostraba amable con él, además que la última vez la chica le felicitó por haber tenido la nota más alta en una exposición de química, claramente sí eran amigos. ¿O no?

—Claro, Taehyung. Cómo tú digas— ironizó rodando los ojos.

—Sólo te pido que me des una oportunidad, Jungkook-ah— prácticamente le suplicó el mayor, juntando sus manos en forma de rezo y haciendo la carita de perro atropellado de la que ninguna persona podría soportar. Sólo que Jungkook era la excepción, y convencerlo de hacer algo no era tan fácil.

El pelinegro le miró con cierta malicia surcando por su mente, ya se encargaría él de vengarse como dé lugar. Jeon Jungkook podía significar peligro en todo su esplendor si se lo proponía, y no dudaría en hacer sufrir a su mejor amigo.

—Vale, aceptaré conocer a tus amigos— suelta con un tono desganado, mirando a otro lado en cuanto el mayor sonreía victorioso.

—¡Bien! Éste fin de semana acordamos para ir al Río Han a las diez de la noche— Jungkook se guardó su descontento por la hora terminándose de beber su leche de chocolate de un sorbo, ¿qué harían un grupo de jóvenes a las diez de la noche en un lugar así?—. Dile a tus padres que te quedarás en mi casa.

El pelinegro asintió lentamente, para nada convencido.

Segundos después el timbre que daba por terminado el receso sonó con su tan molesto y característico sonido. Ambos jóvenes tomaron sus cosas, teniendo que tomar caminos por separado, el pelinegro se preparó mentalmente para volver a salón de clases en que lo esperaría la prueba de biología y a la bruja que tenía por profesora.

Jungkook deseó no haber aceptado ir.

Jungkook deseó no haber aceptado ir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
black & pink →JinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora