Solo ||Valt Aoi||

Superar

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–Y... ¿Ahora qué?–preguntó, Daigo mientras miraba a todos.

–No sé–respondió Audaz–Nunca pensé que llegaríamos tan lejos–

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Ahora estaban entrenando, como siempre debió ser, sin aquel sentimiento de soledad que, aunque, siguiera experimentándolo trataba de deshacerse de el a como diera lugar.

Las nubes se empezaron a tornar de un color grisáceo y se comenzaron a juntar. Lo cual hizo que se metieran dentro de las instalaciones del lugar para esperar a que la lluvia cesase.
Todos hablaban a excepción de Valt. Este solo miraba como caían las gotas de agua, era algo raro, pero llegó a la conclusión de que así se sentía por dentro; pues en su interior había una tormenta de preguntas, dudas y sentimientos.
Siempre fue extraño que el peli-azul fuera tan callado, normalmente se la pasaba hablando de cualquier cosa. Esto no paso por alto por los cuatro, así que decidieron hablarle.

–¡¡VALT!!–gritaron con más fuerza al ver que el de cabellos puntiagudos no respondía desde hace diez minutos.

–¿Ah?–preguntó en el momento que salió de su trance–¡Lo siento, mamá! ¡El perro no se comió el pan, fui yo!–

Esa confesión dejo desconcertados a sus amigos.
Sin duda estaba pensando muy seriamente en algo, cosa que les resulto extraño ya que eso suele pasar cuando esta en los torneos.

–¿Pensando en Shu?–preguntó Keru.

–¿Qué?–respondió con cierta duda–¡No! ¡Ya lo ≫superé≪!–

–Y yo amo a Silas–respondió Audaz con cierto sarcasmo refiriéndose a lo último que dijo Valt.

–¡Eres un...!–gritó Wakiya mientras se lanzaba hacia el otro rubio.

Los demás se empezaron a reír, ya con eso tenían confirmado que cierto rubio estaba enamorado, pero Rantaro no se percataba de aquellos sentimientos.
El peli-azul suspiró con algo de tristeza, tenían razón. Ni él se creía que ya había superado a Shu.
Por un momento pareció tener un poco de envidia hacía Wakiya, pues por lo menos "ricitos" tenía cerca a su persona.
Negó con la cabeza. No, estaba mal aquel sentimiento, es su amigo; ¿Cómo podría tenerle envidia?

La lluvia había cesado, cada quien se fue hacia su casa.
Tenían que descansar porque habían quedado en salir a pasear al día siguiente para que por lo menos Valt se distrajera un poco.

–¡Ya llegue, mamá!–gritó al entrar en su hogar.

Nada, sólo el silencio era lo que habitaba en su casa. Buscó alguna señal de vida por todo el lugar, no había rastro de su madre ni de Nika o Toko.
Justo cuando tenía que llegar a casa con hambre nadie estaba, se dirigió a la cocina para ver si había algo de comer. No quería cocinar, tenía miedo de incendiar la cocina por lo que prefirió morirse de hambruna.

Iba a subir a su habitación pero el teléfono sonó, se acerco al objeto y contesto la llamada.

–¿Hola?–preguntó mientras se sentaba en el suelo.

–Eres Valt Aoi, ¿no?–

–¿Un admirador?–preguntó con alegría.

–...No...–

–Entonces, no está–y finalmente colgó.

Se levanto del suelo y subió las escaleras, podría jurar que la voz de aquel chico le sonaba bastante. Se escuchaba como si se acabara de levantar.
Lo mejor era esperar para ver si se acordaba, pero hoy no sería el mejor día para pensar, mañana tendría que levantarse temprano y encontrarse con sus amigos.

Bostezo mientras miraba el techo, tal vez en algunos días descubriría de quien se trataba.
En un intento de recordar las voces de todas la personas que había conocido se quedo dormido.

──── ≫ •°.Solo.°• ≪ ────

Ya quedo, asdasdasdas.
Tarde un poco porque me quede viendo vídeos xd
Pero aquí esta, espero que les haya gustado y nos vemos mañana con más.
Bye