Capítulo 2: El Torneo de los Tres Magos (parte 2)

40 12 1
                                    

- Bien, algunos de vosotros seguramente no sabéis qué es el Torneo de los tres magos, así que espero que los que lo saben me perdonen por dar una breve explicación mientras piensan en otra cosa.  El Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang. Para representar a cada una de estas escuelas se elegirá un campeón, y los tres campeones participan en tres pruebas mágicas. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenia lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente de establecer  lazos entre jóvenes magos y brujas de diferentes nacionalidades...hasta que el número de muertes creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.

- ¿El número de muertes? - susurré, mirando algo asustada a Daphne y ella me devolvió la mirada.

Pero la mayoría de los alumnos que había en el Gran Comedor no parecían compartir aquel miedo: muchos de ellos cuchicheaban emocionados.

- En todo este tiempo ha habido varios intentos de volver celebrar el Torneo- prosiguió Dumbledore -, ninguno de los cuales tuvo mucho éxito. Sin embargo, nuestros departamentos de Cooperación Mágica Internacional y de Deportes y Juegos Mágicos han decidido  que éste es un buen momento para volver a intentarlo, Hemos trabajado a fondo este verano para asegurarnos de que esta vez ningún campeón se encuentre en peligro mortal.

En octubre llegarán los directores de Beauxbatons y de Durmstrang con su lista de candidatos, y la selección de los tres campeones tendrá lugar en Halloween. Un juez imparcial decidirá qué estudiantes reúnen más méritos para competir por la Copa de los tres magos, la gloria de su colegio y el premio en metálico de mil galeones.

- ¡Yo voy a intentarlo! - Escuché gritar a un pelirrojo de la casa Gryffindor, con la cara iluminada de entusiasmo ante la perspectiva de semejante gloria y riqueza.
Todo el mundo empezó a cuchichear sobre el Torneo.
Pero Dumbledore volvió a hablar, y en el Gran Comedor se hizo otra vez en silencio.

- Aunque me imagino que todos estaréis deseando llevaros la Copa del Torneo de los Tres magos - dijo-, los directores de los tres colegios participantes, de común acuerdo con el Ministerio de Magia, hemos decidido establecer una restricción de edad para los contendientes de este año. Sólo los estudiantes que tengan la edad requerida ( es decir, diecisiete años o más) podrán proponerse a consideración. Ésta - Dumbledore levantó ligeramente la voz debido a que algunos hacían ruidos de protestas en respuesta a sus últimas palabras, especialmente el chico pelirrojo de antes y su hermano gemelo, que parecían realmente furiosos - es una medida que estimamos necesaria dado que las tareas del Torneo serán difíciles y peligrosas, por muchas precauciones que tomemos, y resulta muy improbable que los alumnos de cursos inferiores a sexto y séptimo sean capaces a enfrentarse a ellas. Me aseguraré personalmente de que ningún estudiante menor de esa edad engañe a nuestro juez imparcial para convertirse en campeón de Hogwarts. - Sus ojos de color azul claro brillaron especialmente cuando los guió hacia los rostros de los gemelos, que mostraban una expresión de desafío -. Así pues, os ruego que no perdáis el tiempo presentándoos si no habéis cumplido los diecisiete años.
Las delegaciones de Beauxbatons y Durmstrang llegarán en Octubre y permanecerán con nosotros la mayor parte del curso. Sé que todos trataréis a nuestros huéspedes extranjeros con extremada cortesía mientras están con nosotros, y que daréis vuestro apoyo al campeón de Hogwarts cuando sea elegido o elegida. y ya se va haciendo tarde y sé lo importante que es para todos vosotros estar despiertos y descansados para empezar las clases mañana por la mañana. ¡Hora de dormir! ¡Andando!.
Dumbledore volvió a sentarse y siguió hablando con el profesor Moody.
Todos los estudiantes hicieron mucho ruido al ponerse de pie y dirigirse hacia la doble puerta del vestíbulo, pero yo seguía sentada mirando con curiosidad todo.

Carla Sayre y Cáliz del fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora