"Austin, sin saber a quién me refería ya que él estaba a espaldas de la puerta, se giró para ver de quién se trataba. De golpe se levantó y empezó a caminar con paso apresurado hacia esa persona, para al instante abrazarla y echarse a reír con él.
-Espera, ese chaval no es..."
En el momento en el que mi hermano y ese chico se dejaron de abrazar, pude ver que se trataba nada más y nada menos de Alan Ashby, el chico del que tanto me hablaba las pocas veces que venía a verme. Decir que ese chaval es su mejor amigo es poco.
Vi como poco a poco se iban acercando a mi y mis nervios aumentaban por cada paso que daban. Es el primer chico de la banda al que me presentaba "¿Le caeré bien?" pensé mientras nerviosamente me levantaba del sito.
-Así que tú eres el famoso Alan Ashby del cual me tiene harta mi hermano ya.- Reí mientras le daba la mano en acción de saludo.
-Alguien debía de darse cuenta ya de su "pequeña" obsesión hacia mi, si es que soy irresistible.- Bromeó mientras Austin reía detrás suyo y le daba una palmada en el hombro. -Tú debes de ser Emma ¿Verdad?
-La misma. ¿Cómo lo sabías?
-Sin contar el hecho de que sois como dos gotas de agua, Austin nos ha hablado mucho de ti.- Añadió Alan mientras Austin me sonreía de medio lado.
No pude evitar devolverle la sonrisa y volver a dirigir la mirada hacia Alan, pero esta vez fijándome más detenidamente en sus ojos. La verdad es que para ser marrones eran bastante bonitos, guardaban su propio misterio.
Y no me importaba tener que desenmascararlo.
Además, quizás Austin tiene razón y nos acabamos llevando muy bien. Al fin y al cabo según él somos prácticamente iguales.
-Ehm... ¿Emma? ¿Estás bien?- Preguntó Alan un poco extrañado.
Al instante en el que oí su voz y la irritante risita de Austin detrás suyo, volví a la realidad mientras sacudía levemente mi cabeza.
-S-Sí, perdón me he distraído por un momento... ¿Quiéres tomar algo?
-Pues ahora que lo dices había venido para llevarme una CocaCola con sirope de vainilla.
-¿Tú también tomas de esas tío? Son como droga- Dijo Austin haciendo una de sus típicas caras de subnormal mientras Alan y yo nos reíamos.
-Ahora vengo.- Dijo Alan mientras se reía y se iba hacia la barra.
Aproveché para sentarme otra vez en el sofá celeste acolchado mientras Austin me miraba atentamente,
Oh no, conozco esa mirada...
-Y dime ¿Qué te ha parecido?- Dijo apoyándo sus codos en la mesa y la barbilla encima de los puños.
-Austin, no he tenido ni una maldita conversación "decente" con él.- Rodé los ojos mientras cogía un trozo de mi Sundae casi desecho.
-Es guapo, eh. Fijo que estabas pensado miles de guarradas cuando te has quedado embobada mirándole.
-¡AUSTIN!- Chillé tirándole la cuchara en la cara.
-¡Au! ¿Eres idiota? Me podrías haber sacado un ojo con tus superpoderes de bruja- Se quejaba mientras se frotaba la frente.
-Mira Austin no me jodas, eh ¿Te tengo que recordar que en todo caso la casa es mía y te puedo echar cuando quiera?- Amenacé mientras cogía la cuchara de mi hermano y volvía a comer mi Sundae como si nada.
-Peleas entre hermanos en sitios públicos no, por favor.- Decía Alan mientras cogía sitio a mi lado en el sofá.
-No es mi culpa si es un idiota...
