Capítulo 8

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''Una sonrisa inborrable se formó en mi rostro mientras me quitaba la ropa hasta quedarme en ropa interior.

Miré la ventana, la cual ya estaba cerrada, por última vez antes de cerrar los ojos y sumergirme en mis sueños, los cuales esta vez los ocupaban un pelirrojo.''

Desperté a causa de los rayos de luz que daban directamente a mi cara, ya que me olvidé bajar la persiana antes de ponerme a dormir. Un olor raro llegó a mis fosas nasales, pero lo ignoré al completo y me senté en la cama mientras me frotaba el ojo derecho. Cogí mi móvil y miré el reloj.

Las diez y media de la mañana.

La verdad es que, obviando el hecho de que el día anterior había estado de mudanza y me había quedado hasta las tantas viendo una película de miedo (sin olvidar el hecho de que Alan viniese a hacerme una pequeña visita) me había levantado temprano. Demasiado temprano.

Me levanté de la cama y aún en ropa interior me miré en el espejo que había en un rincón de la pared. Mi lencería negra hacía que mi pálida piel y otras marcas destacasen, acompañadas de mi media melena azul eléctrico un poco desteñido.

Ahora era un verde moco con el castaño de mi otra mitad de melena. Si quería ir esta tarde a buscar un trabajo con Alan, debía arreglar ese desperdicio al cual llamaba ''peinado''.

Al instante, un nombre me vino a la cabeza haciendo que rápidamente agarrase una de las enormes camisetas de Austin que usaba como pijama y mis largos calcetines a rayas.

-Alan.- Susurré en voz baja mientras salía de mi cuarto en busca de ese maldito pelirrojo.

Al abrir la puerta, ese olor que había percibido minutos antes se había hecho mucho más grande, haciendo que mis tripas rugiesen como un león. Entonces me acordé de esos sabados en los que a Austin le daba por hacer tortitas para desayunar.

Empecé a correr hacia la cocina como si la vida me fuese en ello, y en cuanto entré me encontré con la escena que me estaba esperando.

Austin con tan solo con unos boxers negros y un delantal que tenía ''I Love Cooking!'' escrito y una espátula en su mano derecha con la cual estaba colocando la última tortita en el montón que había en el plato.

Cogió el plato y se giró, dándose así un susto al verme en la puerta con cara de poseída.

-¡Joder, Emma!- Rió en voz baja mientras me daba un beso en la mejilla y se dirigía hacia el salón.

-¿Son eso tortitas?

-No, son discos platino si te parece.- Bromeó mientras dejaba el plato encima de la mesita y ponía su dedo índice encima de su labio, diciendome que me callase.

-¿Pero porqu...- Austin me cogió de la barbilla, me giró suavemente la cabeza y entonces pude ver el por qué.

Alan seguía durmiendo en el sofá con la manta que le dejé tapándole de cintura para abajo. Se le veía demasiado tierno.

No me importaría levantarme cada día y ver esa carita.

Me dí una paliza mental por haber pensado eso mientras mi hermano se iba hacia su habitación.

-Ves despertándolo mientras voy a ponerme algo encima.

Suspiré y empecé a agitar el hombro de ese pelirrojo, el cual tan solo soltó un gruñido y se aferró más a su manta.

-Alan... Tienes que despertarte...- Susurré acercandome cada vez más a su oreja.

-Austin ves a tocarle la polla en el Warped Tour a otro...- Soltó Alan ligeramente mientras seguía durmiendo.

Another Chance To Live. (Avenged Sevenfold y Of Mice & Men)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora