Capítulo 1.

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Capítulo 1.

Leslie:

Después de un viaje de tres horas en avión y, media en coche por fin llegamos a casa. Borja no ha hablado con ninguno de nosotros tres, se mantiene callado y distante. Mis padres no dicen nada al respecto, no me echan en cara que lo haya elegido a él, no hacen nada, creen que es normal que Borja no se comunique con nosotros ya que somos unos completos extraños para él.

Mis padres entran en casa, suben a su habitación, dejan la maleta y luego bajan, mi padre un hombre de pelo canoso, ojos verdes y con sus ya cincuenta y un años, se sienta en el ordenador, y mi madre quien ya describí antes, va a la cocina a preparar la cena.

Borja se queda durante unos minutos en la entrada de mi casa, mira el pequeño jardín que tenemos a un lado con una expresión que no consigo descifrar, luego dirige su vista a la fachada de mi casa. Mi hogar es más o menos grande, tiene un gran patio, donde ves plantas por todos lados, la verdad es que mi sueño es deshacerme de ellas y hacerme una piscina, cosa a la que mi madre se niega a hacer. Las paredes exteriores están pintadas de amarillo y encima de la puerta de la entrada hay un tejado de madera para que cuando llueva el agua no entre en casa.

El chico que tengo a mi lado entra, no mira lo que le rodea si no que sube a la planta alta sin producir sonido alguno, se para en medio del hueco que hay, observa las tres puertas cerradas. Yo dejo mi maleta a un lado y miro su pequeña bolsa, en la cual solo tiene un par de harapos, habrá que salir de compras con él.

-Puedes elegir entre esas dos habitaciones, las dos tienen cosas mía.-digo señalo las dos puertas que están a mi lado izquierdo, luego lo miro, sigue de pie delante de mí, sin moverse-Ya las quitaré, esa es más grande.-digo apuntando a la que está más próxima a mí.-Y es azul, era la de mi hermano, pero se fue de casa hace mucho, la otra es rosa.-abre la puerta de "la habitación azul" y entra, cerrándome la puerta en las narices, yo entro a la mía, dejo mi maleta, me dirijo a la habitación de mis padres y quito la única llave que hay en la casa, entro en la habitación que ahora es de Borja y la cierro con llave tras de mi.

-¿Qué haces aquí?-me pregunta, ni si quiera se ha sentado aún.-Sal.

-No quiero.-digo y me siento en mi ex cama.-Quiero hablar contigo.

-Pues yo no contigo, jodida gorda.-le miro atónita, si, no soy muy agraciada, pero tampoco es para que me trate así, no le he faltado el respeto.

-¿Por qué eres tan antipático?-le digo, manteniendo las lágrimas a raya, la verdad es que estoy muy acomplejada y también muy cansada de que me insulten sin más.

-¿Por qué me elegiste?                                               

-Por  tu respuesta.

-Esa respuesta suele alejar a la gente, no a ayudar a que me elijan.

-¿Sabes? Tenemos algo en común.-suspiro, supongo que le voy a confesar algo que muy pocos saben de mí.-Yo tampoco quiero vivir, siempre he sido infeliz...-me paro.-Todo mis compañeros de clase me han odiado sin razón, pegándome, molestándome, insultándome y mil cosas más. Por culpa de todos y cada uno de ellos me odio a mí misma. Te elegí porque tú tampoco quieres vivir, solo quieres pasar el momento o morirte como muchas veces deseo yo, quiero que alguien supere conmigo todo esto, tener a alguien que sepa que es lo que es odiar tu vida y despreciarte como yo lo hago, puede que nuestros motivos sean diferentes, pero el sentimiento es el mismo.-después de soltarle eso lo miro a la cara, se acerca y se sienta a mi lado.

-¿Tú también sientes que si desparecieras nadie te echaría de menos?-asiento.

-Me gustaría que me dijeras tu motivo, te he contado el mío.

Precisamente tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora