Capítulo 3 Nosotros también queremos ayudar

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Tras unos 3 minutos en la puerta de la casa de Ana, callados y medio desconcertados los dos, Ana le invita a Dani a pasar.

-Bueno, quieres pasar y nos quedamos un poco en la piscina? Mis padres no llegan hasta tarde.

-No puedo, resulta que sólo iba a comprar pan para el desayuno y a mi madre no le haría mucha gracia el motivo de mi tardanza...

-Vale, luego hablo con Mila (esa soy yo que no me había presentado) y os invito a los tres a tomar el sol un poquito, que esto hay que aprovecharlo!!

-Venga vaa- le dice Dani con una sonrisa de oreja a oreja,y se despide de Ana con un abrazo y un besito dulce.

******************

(Conversación entre Mila y Ana)

A: Miiii vente a mi piscina sobre las 11 o así q invito a los gemelos buenorros

M: Y qué mejor plan que ese

A: ninguno Mila, ninguno

M: lo reconozco

M: taluéee q me voy a preparar

A: venga va ponte guapa

M: Más de lo que soy? Madre mía que se me enamoran

A: Anda vete ya chula

M: me amaaas

(Conversación entre Ana y Dani)

A: ey guapetón os espero a ti y al otro guapetón en mi casa a las 11;) Mila también viene

D: peerfecto, guapetona, se lo comunico al otro guapetón

A: Valee tonto

Llegan las 11 menos cuarto y decido ir un poco antes y así esperar a Jesús y a Dani con Ana.

Seguidos de mí a las menos cinco entran ellos, nos saludamos con dos besos como si nada hubiera pasado, pero aguantándonos la risita tonta. En realidad no éramos nada oficial pero claro está que algo había pasado. Ya hablaremos, prefiero dejarme llevar.

La verdad que nos lo pasamos en grande. Ana y yo caímos al agua unas cuantas veces de improvisto pero no nos importó porque nos tiraron Ellos y además luego nos vengamos. Bueno, la mañana se basó en gastarnos bromas.

Ya eran las 2 y todos teníamos hambre.

-Mila ven a ayudarme a preparar la comida-me dice Ana señalando hacia la cocina.

-Venga vale! Niños portaros bien que sino no hay comida.

-Ee pero  también queremos ayudar, que cocinamos muuy bien!- dice Dani

-Pues qué hacéis todavía sentados?-añado yo entre risas.

-Tengo una idea -dijo Ana- vosotros os ocupáis del plato principal y nosotras del postre! Iremos a comprar unos helados, vosotros tenéis tortilla, unas pizzas y muchas cosas más así para picar.

-Confiad en nosotros! Hasta dentro de 10 minutos! -dice Jesús muy seguro de sí mismo.

-Pues manos a la obra!! -se decide Dani.

Ana y yo fuimos a nuestra heladería favorita que estaba a unos 300 metros de nuestras casas, cerquita de la playa.

-Tía te tengo que contar algo que no debería de contarte pero tarde o temprano saldrá a la luz porque no creo que aguantemos mucho.-digo algo nerviosa.

-Dispara que yo estoy igual que tú-contesta ella.

-Pues nada que anoche a la una más o menos me llamó Jesús para darme un regalito y ese regalito fue un profundo beso.

-Uuuy Mila ligoonaaa-me contesta ella dándome un codazo en el brazo.

-sisisi bueno, y tú que me tenías que decir?

-A nada que esta mañana cuando mis padres se fueron a trabajar sobre las 8 alguien llamó a la puerta abrí, y Dani me plantó un beso en toda la boca como Dios manda.

-Joder, tú no te quedas atrás eh.

-Ya ya, pero no somos nada oficial.

-No ni nosotros, si nos acabamos de conocer... Aunque cogimos confianza rápido-le digo guiñándole el ojo.

Tras intercambiar estas confesiones llegamos a la heladería y compramos helado de chocolate, fresa y amor goloso, especialidad de la casa.

A los cinco minutos volvimos a la casa de Ana y la mesa del comedor estaba llena de comida, todo para compartir y para picar.

-Buen trabajo, buen trabajo gemelines-digo con cara de sorpresa.

-Gracias, nosotros para dos princesas como vosotras hacemos lo que sea.

-Jesús no me digas esas cosas que me sonrojo muy fácilmente-dije intentando taparme la cara con el pelo.

-Buah madre mía, ya que tenemos todo podríamos empezar a comer ya no? Que esto tiene buena pinta. -propone Dani.

-Quee hambree-secunda Ana.

Al terminar lo ordenamos todo y volvimos a la piscina. Todo estaba riquísimo. Los cuatro comimos como reyes.

-¿Queréis salir esta noche de fiesta un poquito? -dice Ana.

-Hecho, vosotras mandáis aquí!-contesta Jesús muy decidido.

Las apariencias engañanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora