Reto de escritura 30 Días

Día 1: Huellas

Caminaba descalzo por la arena dejando sus huellas en ella, llevaba la cabeza gacha perdido en sus pensamientos, otra estúpida pelea con su pareja estaba por arruinar su relación pero que podía hacer, intento de mil maneras disculparse pero porque siempre era él quien daba el primer paso.

Cansado, frustrado y enojado consigo mismo tomo asiento bajo la sombra de una palma, suspiro sacando todo el aire contenido, sintiendo sus ojos humedecerse lentamente hasta soltar las lágrimas que llevaba reteniendo desde hace un buen rato.

Abrazo sus rodillas escondiendo su cara entre ellas, mierda porque nada salía como el quería, deseaba desaparecer irse lejos y que ya nadie supiera de él.

Después de varios minutos pudo calmarse escuchando suavemente el armonioso sonido que hacían las olas al golpear contra las rocas, suspiro pensando en que hacer talvez lo mejor sería separarse, que demonios estaba pensando no podía rendirse así como así, pero si el otro no ponía de su parte no quería decir eso que no lo amaba y sólo estaba con él para pasar el rato.

Movió bruscamente su cabeza despejando esos negativos pensamientos, cuando estaba por ponerse de pie ve como alguien se acerca, lo logra reconocer ese porte tan masculino, no lo tenía nadie más que él.

- ¿Qué haces aquí? - pregunta.

- Debemos hablar sobre lo que paso - contesto.

- Lo siento pero no hay nada de que hablar y si me disculpas debo irme - se puso de pie y paso a su lado dejando al otro atrás.

- Es enserio, pretendes que dejemos las cosas así y cada quien por su lado, estas loco, que pasa por tu cabeza maldita sea - dice enojado.

- ¿Cómo me encontraste? - pregunto desviando el tema.

- Vi cuando saliste y sólo fue cuestión de seguir las huellas que dejabas en la arena - suspiro - además quería... - mordió su labio.

- Hmmm - suspiro.

- Quería disculparme contigo, ya lo dije contento maldito idiota - dijo sonrojado - no fue mi intención decir eso así que disculpame - dijo apenas desviando su mirada.

- no es tan difícil - contesto el otro acercandose a abrazarlo y soltando una risita.

- Ni lo pienses imbécil - se alejo un poco.

- Vamos, estamos sólos, además acabamos de reconciliarnos - dijo de manera coqueta - debemos festejar como Dios manda - dijo tomando su mano y tirando de él para llevarlo al hotel, donde estaban hospedándose.

Me doy cuenta de que es una persona sencilla que con un lo siento se soluciona todo con él pensaba cierta personita sonriendo levemente. Su luna de miel y ya casi terminaban divorciados, momentos como estos no pueden faltar en esta pareja.

Continuara