Era el segundo día y, como le ordenó el pelirrojo, al terminar su última clase Woo Hyun se encaminó al cuarto de Sung Kyu para ayudarle con el ensayo que le mencionó la tarde anterior.
Llegó hasta la puerta con su mochila colgada en un hombro, las bolsas con la ropa limpia de Kim en las manos y, cuando se disponía a tocar, escuchó unos murmullos y ruidos extraños provenientes de la habitación.
—¡Ah! Espera... m-más... más despacio.
Woo hyum abrió los ojos con sorpresa, porque sin duda alguna la voz que escuchó adentro era la de Sung Kyu.
—Creí que así te gustaba —dijo el acompañante del pelirrojo. Nam se acercó un poco más a la puerta.
—Sí, pero...
—¡Ya casi termino!
Woo Hyun aguantó la respiración. Sabía muy bien de qué eran esos sonidos y no pudo evitar sentir sus mejillas arder y su corazón acelerarse. Quiso quedarse tras la puerta escuchando lo que pasaba adentro, pero, de pronto, sintió una leve punzada en su pecho. Se quedó paralizado un par de minutos y, cuando se armó de valor para tocar, escuchó como el pomo de la puerta se giraba, así que opto por correr para esconderse.
—¿Mañana a la misma hora? —le preguntó el desconocido a Sung Kyu cuando salió del cuarto. Woo Hyun pudo notar que se trataba de un muchacho diferente al que se había topado el día anterior.
—Lo siento, Ho Won. Tengo planes para el resto de la semana, así que mejor dile a tu novio que te mantenga ocupado.
—Sabes que no tengo novio, Sung Kyu.
El pelirrojo sonrió.
—Y ¿te gustaría tener uno? Porque conozco a alguien que seguramente es tu tipo. Un chico muy simpático y con una sonrisa angelical.
—¿En serio? ¿Cuándo puedes presentarnos?
—Pronto.
Los jóvenes se sonrieron entre sí y después de que Ho Won le acariciara con suavidad la mejilla al pelirrojo, se dio la vuelta para irse. Woo Hyun los observó escondido tras la máquina expendedora de sodas y otra vez sintió un estrujamiento en su pecho.
Sung Kyu volvió a sonreír y giró sobre sus talones para cerrar la puerta. Woo Hyun se mordió los labios, nervioso, pero tenía que presentarse ese día ante el pelirrojo si quería que éste cumpliera con su parte del trato. Así que, acomodándose mejor la mochila y tomando de nuevo las bolsas que dejó en el suelo, suspiró profundo y se dirigió al dormitorio.
El pelirrojo le abrió la puerta y notó la cara de pocos amigos de Woo Hyun, enarcó una ceja y lo dejó entrar. Nam se dio la vuelta para verlo y le extendió las bolsas.
—Aquí está tu ropa limpia.
—Gracias.
Sung Kyu las tomó y le dedicó una brillante sonrisa. Nam le observó y no pudo evitar desviar la mirada, sintiendo otra vez a su corazón palpitar descontrolado.
—¿Te parece si empezamos? Tengo un compromiso más tarde y necesito terminar rápido —explicó Sung Kyu, aproximándose a la cama para dejar las bolsas. Woo Hyun se acercó al escritorio, sentándose en una de las dos sillas que había frente al mueble mientras dejaba su mochila en el suelo.
Kim tomó asiento al lado de Nam, abrió su portátil y se la pasó al muchacho.
—Ya tengo la información, sólo quiero que la leas, armes el contenido y lo envíes a esa dirección de correo.
—¿Eso es todo?
Sung Kyu asintió y luego de que Woo Hyun empezara a revisar los documentos, sacó su teléfono y comenzó a enviar mensajes de texto.
Woo Hyun se concentró en hacer el trabajo. Revisó toda la información que el otro había buscado y notó que Sung Kyu era muy listo, lo que lo hizo enarcar una ceja y mirarlo de reojo mientras éste seguía entretenido con su móvil.
Si era tan inteligente, ¿por qué le pedía que hiciera sus deberes?
Sung Kyu giró el rostro de pronto y se topó con la incrédula mirada de Woo Hyun.
—¿Pasa algo?
—¿Eh? N-no, nada... Ya casi termino.
—¿De verdad?
Sung Kyu se acercó más y, rodeando el cuello de Woo Hyun con un brazo, pegó el torso a su espalda y puso la barbilla en su hombro.
—¡Qué bien! Está perfecto —exclamó, y Nam sintió un hormigueo recorrerle la espalda—. De haber sabido que serías tan buen esclavo, te hubiera pedido más de una semana, pero, un trato es un trato.
Kim le hizo cosquillas con el dedo en una mejilla y Woo Hyun sintió sus orejas calentarse. El pelirrojo se levantó entonces de la silla y se dirigió a su armario para sacar un pantalón y una playera. Woo Hyun lo miró de soslayo y observó cómo Sung Kyu se desvestía para cambiarse la ropa, algo que lo puso un poco nervioso.
Kim se acercó al espejo y se arregló el cabello, se delineó los ojos con un lápiz negro y cuando terminó, se aproximó a Woo Hyun de nuevo.
—¿Listo?
Woo Hyun asintió, y de pronto llegó hasta su nariz un delicioso aroma. Era la fragancia de Sung Kyu.
—S-sí, ya está.
Nam cerró la portátil y se levantó de la silla, pero sintió que su corazón se detenía cuando sus ojos se cruzaron con los del pelirrojo. No había notado lo atractivo que se veía con ropa más ajustada.
Y entonces Woo Hyun pensó que Sung Kyu le había llamado la atención sobre manera desde el primer momento en que lo había visto pero, a diferencia de aquella ocasión, en ese preciso instante, le había robado por completo el aliento.
—¿N-necesitas algo más? —preguntó Woo Hyun, desviando la mirada y agachándose para tomar su mochila del suelo.
—No, gracias. Pero no olvides que te quiero aquí mañana.
Woo Hyun asintió y se encaminó a la puerta, giró su rostro otra vez hacia el pelirrojo y éste le dedicó un ademán de despedida, haciendo que su corazón latiera de nuevo con apresuramiento mientras soltaba un profundo suspiro.
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Siete Días | WooGyu
FanfictionWoo Hyun quiere perder su virginidad y tal vez un chico más experimentado que él puede ayudarle. ☆CONTENIDO ADULTO ☆Temática BL (INFINITE) | Sung Kyu - Woo Hyun [WooGyu/OT7Gyu] ☆Universo Alterno | Romance / Contemporáneo •DISCLAIMER• Esta historia e...