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10 años antes...
Ali estaba jugando en un inmenso jardín con aquel niño mayor mientras su madre tomaba un café acompañada de una vieja amiga.
- Tu hija es preciosa- comentó Martha mientras veían como sus hijos jugaban y reían.
Aquella niña vestida con alegres tonos de rosado irradiaba un inmenso cariño con tan sólo verla, sus ojos color café obscuro tenían un brillo especial que hipnotizaba a cualquiera, sus mejillas siempre rojas por tanto correr la hacían ver aun más tierna y sus pequeños labios rosados complementaban su cara angelical.
- Gracias, tu hijo ya está muy grande, todo un galán a esa edad- señaló Teresa mientras tomaba un poco de su humeante taza.
El pequeño niño que correteaba a Ali entre risas, era igual a ella, su sonrisa era algo picara y a la vez dulce, esos ojos eran de un tono verde combinado con un toque de azul acompañado de sus perfectos dientes demostrando una cara de principe encantador en miniatura.
- Pues tiene ocho años- informó su orgullosa madre.
Las señoras siguieron platicando hasta la hora de la merienda.
Mientras tanto la familia de Ali ya estaba sentada en la mesa platicando sobre el día que había tenido cada uno como era costumbre.
- Hoy saqué un 10 en mi exámen de francés papi - informó Ali a su padre con orgullo tratando de partir con sus grandes cubiertos un pedazo de carne tal y como veía que lo hacían sus padres.
- Wow, mi princesa es muy inteligente, igual a su padre- respondió este mirándola con admiración.
- Hija, tu padre y yo tenemos un viaje, al cual ir por una semana... nos vamos mañana- informó Teresa a su hija con un poco de nostalgia, no le gustaba estar lejos de su hija y dejarla a su corta edad por el simple trabajo de su marido pero sabía que era su deber como esposa y socia en la empresa.
- No! mami- suplicó la niña con los ojos cristalizados, el temor inundó su pecho o tal vez era un mal presentimiento pero siendo tan pequeña no habría podido notarlo
- Oh, mi tesoro regresaremos pronto.
Lo prometo- dijo su madre dándole un beso y cargándola para que fuera a dormir. Era una lástima que no iba a poder cumplir con sus palabras, el destino nunca actúa de acuerdo a nuestra conveniencia10 años después...
Alessa estaba acabando su turno en la biblioteca donde trabajaba después de la universidad, le había costado el fondo económico que le habían dejado sus padres después de su muerte, apenas le alcanzaba para mantener su alacena llena pero tenía bastantes gastos escolares y los pequeños trabajos con horarios flexibles para sus clases eran lo único que la mantenían.
Cuando llegó a la casa de su tía abuela quien quedó con sus custodia después del accidente, la vió recostada en un sillón.
- Ya llegué Abuela- medio gritó Ali dándole un beso, la anciana de mayor edad con su cabello casi blanco y las arrugas sobre su rostro sonrió al verla
- Que bueno mi niña, Cómo te fue?-habló quitando la vista del viejo televisor.
- Pues la universidad estuvo un poco pesada pero en la biblioteca no hubo mucha gente y me dio tiempo de estudiar- ella descansó un poco en aquel viejo sillón, no tenía para comprar unos nuevos pero tenía que admitir que era algo reconfortante sentarse en ese viejo sofá
- Mi niña, no te quiero agobiar pero hoy llegó la factura de luz y si no pagamos mañana la cortarán- La señora apenas y tenía cara para pedirle dinero sin embargo tenía que hacerlo para sobrevivir, cuando decidió tramitar su custodia sabía bien que su pensión no sería suficiente para las dos sin embargo no podía dejarla en un orfanato donde seguramente la tratarían horrible.
- No te preocupes Abuela, hoy cobré, así que mañana paso a pagar temprano, cómo te sentiste hoy?- preguntó por su problema en el corazón que no le permitía hacer muchos esfuerzos físicos.
- Mejor que otros días corazón...Ho! casi se me olvida hoy vino un señor a buscarte- ella no conocía a mucha gente, en la preparatoria no era muy sociable y su vida fuera de esas cuatro paredes no era de muchas personas
- A mí?- preguntó confundida, no recordaba tener algún pendiente de trabajo para que la vinieran a buscar hasta su casa.
- Si, pero le dije que no estabas y se fue -
- Que raro pero bueno ya es tarde me voy a dormir, te quiero mucho- ella se levanto de el sillón y plantó un fino beso en la mejilla de su Abu como despedida.
Alissa subió a su habitación para darse una ducha, se puso su pijama, finalmente se quedó profundamente dormida sobre su pequeña cama.
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Lo que yo te di (TERMINADA)
RomanceEl odio fue mi fiel compañero cuando lo conocí, Alonso Maximo, el hombre más despreciable en este mundo y por culpa del destino... mi marido. Prohibidas las adaptaciones