Test Positivo (SEVENTEEN)

JiHan | Parte II

Todos están de acuerdo que hacer dormir a un bebé es una tarea difícil. Pero, ¿Se han puesto a pensar, qué tan revoltoso es hacer lo mismo, tres veces?

Así era la vida de JiSoo y Jeonghan con sus ahora, tres bebés en casa. Si, tres será una palabra que se repetirá mucho aquí y aquel número estaba presente en casi todo. Tres, son las mantitas par cada bebé, tres eran los platitos para las comidas, tres veces se cambiaban pañales en menos de cinco minutos, tres eran las porciones de comida que se repetían durante todo el día. Todo, absolutamente todo se multiplicaba por tres

Y eso llamaba la atención, por ejemplo, las preguntas personales como, "¿Tuviste que tener sexo tres veces esa noche?, ¿Nunca han olvidado darle de comer a uno de sus hijos?". Cada vez que escuchaban aquella última pregunta, simplemente la ignoraban porque no querían contar las veces que a JiSoo le había pasado

—Esta noche los cuidaré yo —Decía JiSoo, besando la frente de un cansado JeongHan

—Gracias, amor. Me he sentido muy extraño estos días

—Debes ir al doctor —Sugirió. Es verdad que JeongHan estaba un poco raro desde hace unos días y le preocupaba pues, dormía más de lo habitual

—No creo que sea necesario, mi cuerpo ha estado más pesado pero creo que se debe a la falta de sueño —El mayor hizo una pausa, tratando de enfocarse en su sentido dominante —¿Hiciste café?

—Si —JiSoo se levantó con gentileza en busca de una taza —¿Te sirvo?

Pero JeongHan apenas aspiró ese aroma tan fuerte, corrió al baño. Fueron quince minutos los que estuvo dentro con la cabeza metida en el inodoro, tenía un presentimiento, sin embargo, todavia no quería decirle a JiSoo

—¿Te encuentras bien? —Preguntó, sosteniendo a uno de sus bebés en brazos, quien se contenía con un tierno puchero

—Si —Mintió —Es hora de acostar a los bebés, ya están un poco mañosos 

Necesitaban, tres mantas, tres cojines y una cuna compartida para tres bebés. Se veía fácil, sólo qué, el llanto de uno molestaba al otro y entonces se volvía una batalla por prestarle atención al que llora pero los otros dos también demandaban la misma atención y el lloriqueo pareciera que nunca se acabaría. Para que al final, los que terminan agotados y con sueño, sean sus padres

—Por fin se durmieron —Suspiró JiSoo

Ver a JeongHan terminar de arrullar a sus hijos con tanta paciencia, a pesar de estar completamente cansado, le llenaba el corazón. Siempre hallaba fortaleza en él, era su ángel que no sólo cuidaba de tres bebés, sino que también tenía tiempo para ser su amigo, compañero, esposo y protector

JiSoo lo amaba, lo atesoraba y deseaba estar juntos por muchos años más para seguir creando recuerdos en compañía de sus lindos niños. Es por eso que no podía dejar que enfermara otra vez, no se lo perdonaría

Debía ayudarlo en lo que más pudiera

—Míralos, se ven tan inocentes y pequeños —Sonreía el mayor —Espero que se queden así por siempre

—Es hora que descanses tú, amor —Se acercó a su cuerpo, acariciando sus cabellos con delicadeza —Yo me haré cargo desde ahora

JeongHan asintió, lo besó y terminó de quitarse su ropa sucia que ya era habitual tenerla así al final del día

JiSoo se quedó sentado en la mesedora, viendo como su ángel mayor caía rendido, cobijado entre las sábanas blancas. Pasó su vista por la cuna, ellos también dormían muy bien, asímismo decidió vigilarlos un poco más antes de dormir