Meanie | +5 años

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WonWoo arregló el cuello de su camisa por última vez frente al espejo, miró su tenida perfectamente presentable, se veía elegante y atractivo. Tomó el ramo de flores blancas que había sobre el mueble y echó el último vistazo a su persona

Sonrió feliz

Caminó por el pasillo de su departamento, dando lentos y tímidos pasos, una vez que llegó a la puerta, suspiró cerrando sus ojos y volvió a sonreír. Golpeó dando aviso de su llegada, oyó el vacilante caminar de la persona que lo esperaba al otro lado

—¡Papá Wonnie, llegaste! —HyoMin tomó la mano del mayor, invitándolo a entrar a su pequeño espacio mágico

Ella tenía muy bien arreglada una bajita mesa blanca y dos sillas aptas para niños, en ella habían dos tazas y muchos dulces para compartir. La habitación de HyoMin era un mar de colores pasteles, incluso si entrabas es como si fueras a un mundo diferente

La razón por la cual WonWoo estaba vestido tan formal, es porque tendría su tierna cita del té con su pequeña hija de cuatro años

—Cociné muchos dulces —Decía ella mientras que el mayor trataba de no reír o morir de ternura —Tosté galletas y batí el té

—A ver... ¿Por donde debería empezar? —Buscó con su mirada llegando a las galletas —Con esto —Pero HyoMin le negó con su cabeza —Entonces comeré los dulces —Ella volvió a negar con una risita avergonzada -
—Dime tú

—Puedes comer lo que quieras —Dijo ella hablando con gestos hechos con sus manos —Pero es que no me has dado tu beso de saludo

WonWoo llevó una mano a su frente fingiendo no haberlo recordado cuando en realidad se acordaba muy bien pero le gustaba que HyoMin se lo pidiera con esa sonrisa que le robaba suspiros. Sostuvo la pequeña mano de su hija al tiempo que la alzaba para poder besarla dulcemente —¿Ahora si está bien?

Ella asintió sonriendo. Era el momento de comenzar a comer y a contar tiernas historias de fantasías inventadas por ambos, ya que ambos amaban lo surrealista, inventar los relatos más locos y complejos que podían existir. Pero, fueron interrumpidos

—WonWoo ¿Has visto mi corbata roja? —MinGyu entraba a la habitación sin vestirse por completo todavía, tenía su cabello mojado y al parecer, recién salía de la ducha

—No y no vengas todavía, tu cita con ella es en una hora, cuando mi turno se termine

—Pero es que no encuentro la corbata roja, debo vestirme y verme como un galán de cine para ella —Si, existía algo llamado protocolo dentro de los juegos con su hija

—Papá Min, te ves lindo así —Ella sonrió, acto suficiente para que MinGyu muriera de amor y se convenciera que tal cual como estaba, se veía perfecto

Esperaron a que el más alto saliera. Ambos tanto WonWoo como HyoMin, tenían poder de convencimiento sobre MinGyu, es feo decirle manipulación pero digamos que lo usan de una buena manera para conseguir lo que quieren

—¿En qué estábamos? —Preguntó el mayor, dedicándole todo su tiempo a su pequeña y risueña hija

Sus juegos eran divertidos y a HyoMin le encantaba pasar esos pequeños momentos con sus padres, ya que el resto de los días días ellos trabajaban y su atención hacia ella, no era como la de estos días

WonWoo esperaba a que la cita de MinGyu acabara, lo hacía en su habitación pues también era el turno del menor por hacerla dormir. Habían días en los que HyoMin decía querer casarse con WonWoo y otros con MinGyu pero también habían días en donde al moreno, lo veía más como un muñeco al cual podía caracterizar a su antojo

Test Positivo (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora