Te amaba, te amaba demasiado, creo que ese fue mi gran error, dejar que estos sentimientos crecieran tanto.
En realidad no fue mi culpa, fue la tuya y de tu estúpida sonrisa.
Saber la verdad sobre ti, sobre tu nacimiento, sobre tus padres, sólo fue el detalle que me hizo creer que era correcto.
Y lo era.
Porque tu eras la mejor persona a la que yo podía amar, a la que podía entregar mi corazón.
Y te fuiste, porque era débil, porque decidiste que por sobre ti, sobre tus sueños, ilusiones, anhelos, por sobre tu propia vida,
estaba yo.
Que yo merecía todo de ti.
Y me lo diste todo como una nueva oportunidad de vivir.
Te ame, te amó y te amaré para siempre.
Una parte de mi se fue contigo.
Y ahora espero hacerte ver que valió la pena habermelo dado todo.
Mientras yo te ame, tu jamás te habrás ido de mi lado.
Siempre estarás en mis recuerdos, hasta el día en el que pueda volver a estar en tus brazos.
-A. I. Maradiaga.
