Besos malditos, que llevaron hasta el cielo y que hoy me tienen en el destierro. Labios de veneno, con sabor a miel, que pudrieron mi alma sin ver. Corazón de hiel, que finge ser, lo que tú deseas ver.
Alma destrozada, que va en busca de venganza, y que daña, hasta las más puras almas. Cuerpo de diosa, que lo ves y lo añoras, pero que te destroza en cuanto lo tocas.
Ojos perfectos, que miras, y te desgastan los sentimientos. Reflejos de su alma, que vacía, va en busca de sueños que complazcan.
Temible diosa, de piel ardiente, que finge ser benevolente. Pero que esconde una sed, de ser la perdición de quienes le encuentren.
Dulce aroma a rosas, que te embriaga y te droga. Que te perfora el alma y luego te abandona. Sin compasión y sin demora.
Así es ella, que me ilusiona y luego me destroza. Me ata en su red, y me traiciona. Ella no razona, simplemente te abandona y te tortura sin mesura. Así es ella, mi diosa.