IV

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"Días de un oscuro pasado"

La apagada y densa luz púrpura de la madrugada envolvía a los jóvenes que avanzaban por cuidado unos metros más entre la hierba, por un sector donde claramente se dibujaba un surco entre las hojas alargadas, hasta llegar a una pared rocosa más allá que bloqueaba el camino. Los chicos la rodearon hasta encontrar un declive en medio de la piedra por el que bajaron, reviviendo el momento en que cada uno había realizado la prueba de valentía a su llegada a la Academia Del Cid.

—Las lluvias del monsón en verdad cambiaron éste lugar —exclamó Cloud, observando todo con detenimiento y asombro. La entrada a las cuevas del Hemlruth estaban más amplias a como las recordaba, dando la impresión de que la anchura en medio de la roca había sido excavada.

—Hace todavía más gala a su nombre —comentó Ateo, que al igual que su amigo recorría con la vista todo.

—No me creerás que nunca supe que significaba Helmruth —dijo Blits sacudiéndose tierra que se le pegó en el pantalón mientras bajaba por el declive pedregoso—. Cuando hice la prueba los que nos supervisaron eran un grupo de idiotas de sociología de quinto año que no tengo idea como pasaron su materia. Tenía la curiosidad pero ninguno sabía y bueno me metí al hueco este, salí y todo el asunto se esfumó de mi cabeza.

—Escuché de uno de los que nos hizo la prueba a nosotros —dijo Ury, inclinándose para recoger una piedra gris—. que se significa «Cuello del abismo» o una cosa así.

—Esa es una traducción bastante vaga. Helmruth es una palabra compuesta por dos lenguas, una muerta y otra actual —explicó Ateo, mientras veían al chico lanzar la piedra hacia la oscuridad que tenían frente—. «Helmrrir» que viene del «zelmetio» el dialecto de los gigantes de la segunda era de Aurum. En nuestro idioma sería como "el mundo que yace abajo" como si hubiese no sólo un sitio o lugar, sino algo tan complejo como un mundo vivo bajo nuestros pies.

Hubo un pequeño silencio por unos instantes que fue roto luego por el sonido característico de un objeto pesado cayendo al agua.

—¿La otra palabra es del sirenio cierto? —preguntó Lotus mirando a Ateo. Éste asintió con la cabeza.

«Ruthemelka» —dijo el chico afinando su acento, escuchándose casi como un siseo—. Que mas que decir "cuello o garganta" es como una medida de longitud, aunque no se usa tanto en el argot coloquial.

—Seguro también estás en el curso de Lengua como yo. Vaya Lotus, tu amigo es todo un cerebrito —exclamó Ury acompañado de un silbido de sorpresa—. Ya tengo con quién estudiar si la materia se pone pesada.

Cloud sonrió.

—Admito que estaba preocupado porque desde ayer estabas mudo como una piedra, pero hoy te noto con un poco más de ánimo.

Ateo suspiró.

—Será porque ustedes están aquí conmigo y la rabia se me diluye —contestó, levantando la muñeca a la altura de su pecho y acariciando suavemente el lúmerien ajustado a ella.

—¿Es el rosario de Kitty cierto? —preguntó SonVaan que junto con Blits y Richard se acercaban más a los otros.

Ateo asintió.

—Tienes buen ojo Son —observó Blits—. No me había percatado.

—Es que la verdad para alguien que estudia Lumancia es bastante reconocible por la rareza de su fórmula —explicó el muchacho tocando las cuentas del rosario—. Además de ésto.

Con los dedos apartó suavemente algunos de los minerales y sacó a relucir un cristal de un tono violeta acuoso, tallado con la forma de la cara de un osito.

Los Hijos del Sol©Where stories live. Discover now