DOLOR

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Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Mundo alterno época actual. Contenido adulto. Queda advertido.

DOLOR...

Peter estaba por salir de la carretera de terraceria cuando vio que venía su expatron con su séquito de seguridad, aceleró.

- Jefe, ese es Peter. Albert venía adelantado de la Policía, sus autos eran modelos AUDI, así que llegaron más rápido.

- Cierrale el paso. Ordenó Albert. Peter dio volantazo estrellándose contra unos arbustos. Albert salió del auto inmediato y corrió hacia donde la camioneta estaba. Peter se había golpeado la cabeza, nada grave. Estaba por sacar su arma pero Albert ya estaba abriendo la puerta del auto.

- ERES UN MALDITO DESGRACIADO! ! Albert gritó mientras lo sacaba del auto. Comenzó a golpearlo. -¿Dónde están? Dimelo! Albert enardecido.

- Jajajajaja ¿Qué tal patrón? Nos volvemos a ver. Peter burlón. A Albert le hirvio la sangre y le estrelló un puñetazo en el rostro al mismo tiempo que le daba un rodillazo en el abdomen. Peter no podía defenderse sólo reía como un loco.

- jajajajajajaja señor Andrew, llega tarde, muy tarde. Albert sintió que se le abría la tierra. Y comenzó a ahorcarlo.

- Eres un malnacido! ¿Donde están? Dímelo maldito! Peter se estaba poniendo negro por la falta de aire, Albert no le daba tregua y sólo señalaba hacia donde estaba la cabaña.

- Señor no lo haga, no se comprometa, no vale la pena. Dijo su jefe de seguridad. Albert salió de trance, lo más importante era Candy y Tony. Lo soltó jadeante. - ¿Donde estan? Volvió a preguntar. Peter sabía que todo había terminado.

- Al final... del camino... está una cabaña... fue todo lo que dijo. Albert abordó su auto sin esperar a sus guardaespaldas y se marchó a toda velocidad.

Albert no tardó en llegar, vio la dichosa cabaña. Estaciono el auto derrapando , bajo rápido y sin esperar mas abrió de una patada la vieja y roida puerta. Buscó con la mirada y vio a Luisa tirada sin sentido, se percató de que a unos metros estaba un arma, la tomó y se la guardo en su pantalón. De repente escuchó a Candy, estaba cantando una canción de Cuna. Su corazón acelerado... sin perder tiempo entró al único cuarto de éste mugroso lugar. Y se paró en seco no podía creer lo que veía, fue la peor escena jamás vista en su vida. Su Candy estaba sentada en un colchón viejo y sucio, tenía en sus brazos a su pequeño, vio como Candy lo abrazaba y lo acariciaba.

Sin dejar de cantarle, pero lo que lo dejó helado fue ver que su amado y adorado hijo tenia señales de haber sido golpeado, vio los moretones que invadian su pequeñito cuerpo, no podía articular palabra alguna y su cuerpo se torno pesado no podía dar paso alguno. Candy levantó la mirada.

- Albert... nuestro pequeño... Albert nuestro pequeño... Candy no terminaba la frase, no podía decirlo no quería aceptarlo. Pero Albert entendió.

- NOOOOOO, TONYYYY. Gritó y por fin pudo correr al lado de ellos. Se arrodilló.

- No Tony, no mi Tony... DIOS NO. gritaba mientras se lo arrancaba de sus brazos a Candy. Lo abrazó, sus ojos nublados por las lágrimas retenidas. Lo puso en el piso, lo acomodó para revisarlo, le busco el pulso y comenzó a darle primeros auxilios. Albert lo sintió tibio aunque parecía como muerto. Comenzó a presionar su pecho y alternaba dándole respiración de boca a boca.

- Tony, no nos dejes, eres fuerte, por Dios abre tus ojitos... lo suplico! decía Albert mientras le brindaba resucitacion. Albert no se daría por vencido. Seguía en su labor. En eso llegaron su servicio y la policia. Veían en silencio la escena, se les partía el corazón ver a su jefe tratando de salvar a su pequeño. Ya tenían en su poder a este par de criminales.

MATRIMONIO PERFECTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora