Reconciliación

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Déjame sin abrigo
en la madrugada,
desvía tu mirada
mientras te dedico una poesía,
ignora mis latidos cuando
te acurruco en mi pecho;
yo culparé a la noche,
a la luna
que te ha criado
con esa gélida boca
que me besa
y no me suelta,
que inunda
entre su dulce brebaje.

Tu palabra hunde 
y no ahoga
profundiza la sangre
ya seca,
astillando en mi tórax.
Has vuelto a escupir
y con gusto abriré la boca,
ardo en pena
y no encuentro mejor salida
que tu frío,
tu pecho blando.

Déjame dormir ahí
donde no llega el viento,
que llueva a cántaros
en mis lagrimales,
tus vellos
hacen juego
con mis pestañas,
y es el mejor paraguas
para sobrellevar la tormenta
que hemos desatado los dos.

- Mayra Gutierrez
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