Destino

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4 disparos.
Un cuerpo incógnito
al que se le han destinado.
Y yo.
Escuchando el eco de una muerte
sin rastro,
sin noticia.
7 disparos más.
El número de la suerte que deja sin trébol a alguien, quien sea,
marcado con una cruz hecha agujeros.

Cuatro, siete, cuatro.
El patrón se repite,
el 4 es mi número favorito.
Cuatro, siete, cuatro
como si de bingo se tratara.

¿A quien odiarán tanto?

Los perros se han dado cuenta,
lloran el destino de quien no es su dueño
y aúllan
-incluso más que yo-
Reclamando un jodido segundo de clemencia
por el anónimo,
por el silencio.
Desde este lado no recibió ningún nombre,
ni una lágrima.
Solo cuestiones.

Y nuevamente yo
esperando mi cuatro favorito,
en la secuencia mental
que cruza ahora algún pecho
-o cráneo, dependiendo del efecto que propicie el agresor-
Con el código de barras con el que el acero
fue vendido,
o intercambiado,
su suspiro ha ocasionado una ventisca;
Ningún policía ha sollozado,
Ninguna ambulancia ha despertado su sirena.
Y la sirena le llora
a orillas de la Costa Verde
mientras el cuerpo yace
traspasado de la cruel verdad
de un país en emergencia,
Al que ningún himno le canta
Al que ningún minuto perdona.

- Mayra Gutierrez
________________
N/A: Escribo Costa Verde en mayúscula porque es el nombre de un distrito situado en mi ciudad: Lima, Perú.

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⏰ Última actualización: Dec 01, 2018 ⏰

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