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No me ven, que no me vean! Permaneciendo así e la penumbra de la noche, oculta en la seguridad de la misma, con los ojos cerrados para no llorar y el corazón estrujado evitando su palpitar.
Escondiendo todo lo que siento, sin admitir lo que pasa por mi cabeza, undiendome en un pozo sin fin de gritos callados y palabras mudas, cayendo más y más ondo a medida que pasan los momentos

Cartas Nunca EnviadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora