¿Así le gustan a Tony? || Stony

Plan.

– ¿Estas segura que así le gustan a Tony? – volví a preguntar no muy convencido.

– Que si Steve, puedes preguntarle a Clint... Eso fue lo que nos dijo el mismo Tony – la miré con algo de desconfianza pero al final decidí creerlo.

– Entonces ¿se supone que debo actuar como un patán con él? – alcé ambas cejas mientras veía a mis dos amigos.

– Exacto, eso vuelve loco a Tony... Podría decirse que lo excita – Bucky soltó una pequeña risa y Nat y yo lo miramos mal haciendo que al instante se callara.

– Okay... Pero eso de ser malo y más con él no me sale, además ¡soy el que reprende al equipo por su lenguaje y mal comportamiento!, dudo que me vaya a creer – pasé ambas manos por mi rostro, todo este asunto me aturdia un poco.

– Por eso Bucky, Clint y yo te ayudaremos – sonríe de oreja a oreja y se levanta de la cama para acercarse a mi – Verás que dentro de poco, Tony estará a tus pies – palmea mi hombro y yo sonreí ligeramente.

– Aún sigo... – la puerta se volvió abrir dejando ver Clint. Al parecer mi cuarto era vía pública y cualquiera podía entrar sin tocar.

– He llegado a su rescate... Más bien al del Capitán – se pasea por mi habitación con las manos en su cadera.

– Siento que esto no saldrá nada bien – suspiro pesadamente y vuelvo a mirar a todos los cuales sonreían sin decencia alguna.

– Tranquilo amigo, si te esfuerzas lo lograrás – me animó Bucky y yo asentí lentamente, no perdía nada con intentarlo... Solo la poca dignidad que me quedaba.

– Bien, entonces hagamos un plan – comenzó Nat, mientras tomaba una libreta que estaba en mi escritorio. No había reaccionado cual libreta había tomado hasta que la comenzó a hojear. Era mi libreta de dibujo, la cual estaba repleta de dibujos de Tony en diferentes situaciones. En pánico, me lancé hacía ella para quitársela lo cual había sido en vano ya que ella era más rápida y me esquivó – Aww, que lindo eres Steve – su tono no era lindo, era burlón pero ante todo yo me sonrojé hasta las orejas, nunca nadie había visto aquellos dibujos tan íntimos para mi, ni si quiera Bucky o Sam.

– Si si, venga, regresamela – extendí mi mano esperándola y así lo hizo, rápidamente la tomé y la guardé en un cajón con llave – Toma la otra que está ahí sí quieres escribir – ella se volvió acercar y la tomó junto a un lápiz.

– Primero que nada, la ropa – me miró de arriba abajo – No es por nada pero te vistes como un anciano – mordió la parte de arriba del lápiz y después escribió algo en la libreta.

– No sé si lo has olvidado pero... ¡Tengo 100 años! soy un anciano, es más, a estas alturas debería ser cenizas – dije con obviedad a lo que ella solo rodó los ojos y siguió escribiendo.

– Tendrás que usar ropa más actual, de preferencia negra... ¡Una chaqueta de cuero estaría genial! – esta vez habló Clint a lo que Nat le dio toda la razón.

– Y le haremos modificaciones a tu traje del Capitán América – espera ¡¿qué?!

– Oh no no no, mi traje no... Ese no se toca por nada – negué rotundamente y los tres me miraban con los brazos cruzados.

– ¿Ni siquiera por Tony? – dijo Bucky socarrón y con una sonrisa de oreja a oreja.

– ¿Qué clase de... Modificaciones estamos hablando? – pregunté ya resignado y Natasha sonrió emocionada.

– Solo le cambiaremos algunos colores, no debes de preocuparte por nada – me guiñó un ojo y yo asentí no muy convencido.

– Después sería tu forma de hablar, debes dejar ser tan propio, tan formal, tan aburrido... Tan tú, ¿me entiendes? – me apunto con el lápiz y yo fruncí el entrecejo un tanto ofendido.

– ¿Y cómo se supone que debo hablar? – hice un ademán con mi mano derecha esperando su respuesta.

– Así como Bucky, Clint, Loki, Quill, Rocket... Incluso como Tony, puedes tomar un poco de cada uno de ellos – al parecer todo lo que decía lo iba apuntando en aquella libreta.

– Okay, los estudiaré detenidamente, ¿eso es todo? – pregunté un tanto esperanzado de que esta charla terminará de una vez por todas.

– Sí, en un rato iremos Bucky y yo a comprarte algo de ropa en lo que Clint se encarga de tu traje, nos veremos aquí en tu habitación a las 7:00 pm ¿entendido? – miré el reloj el cual marcaba las 3:36 pm y después asentí – Vale, nos vemos más tarde chico malo – me guiñó un ojo y salió de mi habitación seguida de Clint.

Giré mi vista hacia Bucky el cual me miraba divertido para después soltar una fuerte carcajada y pensar que hace un rato me daba ánimos.