El alfa de pelaje negro estaba recorriendo todo el campo llenó de muchas flores moradas, con cuidado de no hacer ruido y pasar desapercibido, ya que seguía buscando a su objetivo para abalanzarse hacía el y cazarlo.
Por otro lado escondido de tras de un gigante pino estaba un pequeño cachorro temeroso de ser descubierto y cazado por ese gran alfa.
El lobo negro cansado de no tener éxito estaba apunto de rendirse cuando de repente sintió un peso encima de su lomo, rápidamente alarmado decido darse la vuelta bruscamente causando que una pequeña bolita de pelos blanca cayera.
Sin esperar más el alfa se abalanzó sobre aquel pequeño lobo mordiendolo juguetonamente en su pecho y restregando repetidas veces sus cabezas.
-¡Te encontré cachorro! ¡Gane!- Dijo con aires de grandeza aún encima de aquel lobito.
-¡Eso no fue justo hiciste trampa! ¡Si no te hubieras volteado así seguramente hubiera ganado!.- Dijo con su hermosa voz chillona que le encantaba al alfa.
-Ven pequeño ya no te quejes es hora de ir a casa ya está anocheciendo- Movió su cabeza en forma de gesto para que el cachorro lo siguiera.
Sin más ambos emprendieron el camino hacia su acogedora casa, ya que los dos sabían que si se quedaban mas tiempo podían salir lobos de otras manadas y los podrían atacar sobretodo al cachorro ya que era el más débil.
Pero claramente eso nunca sucedería ya que Yoongi siempre protegería a su cachorro Minnie.
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