Caí en cuenta que lo perdí todo,
y que a la vez no perdí nada en absoluto.
Me fui creyendo que volvería,
pero entendí que sin ti vivir podía.
Me arme con valentía,
con sonrisas vacías,
con sentimientos nuevos,
y un corazón que aún latía.
Reconstruí los muros,
reforcé los cerrojos,
congele cada extremo,
de mi corazón me temo.