Capítulo 7

306 17 0
                                    

Viste que Bill se encontraba fumando junto a la piscina recostado en una silla y a su lado había una copa a medio llenar con champagne. Tocaste el timbre una vez e inmediatamente apareció frente a ti Tom sorprendido de verte.
Tom: ¿Terminaste de pensarlo?
Tn: No es eso a lo que vengo Tom, aunque aun así necesito hablar con Bill
Tom: Pasa
Tom te guió hacia la piscina en donde viste a Bill aun recostado en la silla. Te acercaste lentamente mientras sentías que Tom cerraba el gran ventanal para que tuvieran más privacidad, trataste de no meter ruido cuando ya estabas a medio metro de distancia, ibas a asustarlo pero no te atreviste porque te diste cuanta de que Bill se había quedado profundamente dormido con el cigarrillo entre sus dedos. Lo sacaste inmediatamente para evitar que se quemara su mano y lo terminaste tu, te sentaste junto a él en la silla de al lado y lo observabas; cada rincón de su cuerpo que no habías podido ver antes, era el hombre mas bello que habías visto durante toda tu vida. Su respiración era lenta y pausada sus labios se encontraban algo secos y entreabiertos, lo que produjo que te dieran ganas de besarlo.

Te quedaste un rato mirándolo y luego miraste el paisaje, el mar, las nubes, el sol. En eso sientes que Bill suelta un suspiro y empezaba a murmurar incoherencias en alemán, mayormente murmuraba el nombre se su hermano y a su mamá, lo que te provocó ternura, hasta que te nombró y luego sonrió. No sabías si irte y dejarle una nota o quedarte, pero sabías que eso estaría mal y que era mejor aclarar las cosas directamente. A los diez minutos después de decir tu nombre, Bill despertó, pero tú te encontrabas admirando el paisaje. Lo primero que pensó fue que seguía dormido o alucinando, estaba sorprendido al verte e incluso de restregó bien los ojos para saber si eras un sueño o no.

Bill: ¿(Tu nombre)? ¿qué haces aquí?
Volteaste rápidamente al escuchar su voz que sonaba agitada y feliz, no pudiste evitar sonreír al volver a sentir esa calidez emerger desde tus entrañas.
Tn: Lo siento no era mi intención despertarte.
Bill: No te preocupes, me descuidé o mejor dicho me relajé mucho
Tn: Para eso estamos en Las Maldivas ¿no?
Bill: Exacto. Es raro saber que vuelvo a tenerte frente a mí después de varios días ¿en que andabas?
Tn: Me relajé mucho en Las Maldivas -sonreíste coquetamente, para ti era inevitable no sacar tu lado sexy y salvaje en momentos intensos-
Bill: Lo sé -murmuró embobado con tu sonrisa hasta que reaccionó- y... a qué haz venido? Digo, debes tener algún motivo como para venir hasta acá, no es que te esté echando ni...
Tn: -ignoraste los nervios de Bill y soltaste un suspiro- de eso te quería hablar Bill.

Bill se imaginaba lo peor y su rostro se tornó pálido al igual que sus ojos se opacaron y notaste como su sonrisa se difuminaba. Tomaste aire y soltaste el discurso que habías inventado sin pensarlo dos veces.

Tn: Bill, debo irme a Francia debo visitar a un tío político al que aprecio mucho porque uno de sus hermanos acaba de morir, soy su preferida y en estos momentos necesita más que nunca de mi apoyo -dijiste todo esto sin mirarlo a los ojos directamente por temor a que tu mirada te delatara a pesar que eras buena actuando-

Estabas impaciente por saber lo que Bill opinaba, por escuchar nuevamente su voz ya que con verlo no te bastaba.

Bill: ¿Y cuándo te vas? -murmuró luego de unos minutos-
Tn: Mañana en la tarde
Bill: Pero luego seguirás aquí -afirmó con la voz ronca-
Tn: No lo sé, tal vez esté unos días y luego siga con mis eternas vacaciones de tres meses viajando por Europa.
Bill: ¿Volverás a Alemania?

Tn: Tampoco lo sé, todo depende de lo que pase después, tal vez si me lo piden o alguien me detenga de tantos viajes, calme las pasiones y vuelva a Alemania lo más pronto posible -le insinuaste para que él te lo pidiera-
Pero como Bill es tan tierno e inocente no la captó, porque se encontraba imaginando tu partida y dijo:
Bill: Yo también me iré (tu nombre) sólo que en dos días más para luego volver a la rutina diaria de trabajar para la banda -trató de sonreír pero no pudo-

Odiabas ver a Bill tan triste porque automáticamente nacía un nudo en tu pecho que quería salir y contar la verdad, y esta parecía ser la ultima vez que lo podías mirar pero entonces tomaste sus manos entrelazando tus dedos con los de él, estaba tibio, miraste sus manos entrelazadas y nuevamente sentiste aquel ardor en ti.
Bill levantó suavemente una de sus manos llevándola a tu barbilla para levantar tu rostro. Al verte supo que también te daba pena separarte de el y sonrió un poco.

Bill: Al menos no soy el único triste aquí, -tomó uno de los bolígrafos que habían sobre la mesa de su lado y escribió unos números en tu muñeca delicadamente- al menos llámame cuando estés cerca de Alemania, o en cualquier momento
Tn: -Tomaste el lápiz y escribiste en la palma de su mano tu número telefónico- tu también puedes llamarme así no perderemos el contacto Kaulitz
Bill: ¿Kaulitz? ¿por qué me llamas Kaulitz?
Tn: Porque, ¿ese es tu apellido no? Y también por que yo quiero, tonto.
Bill: ¡Y más encima me dices tonto! -dijo haciéndose el ofendido- ya verás (tn)
Tn: ¡Oh, no! -dijiste bromeando súper dramáticamente y te levantaste- ¡qué miedo, Kaulitz! ¡Por favor no me hagas nada!

Bill sonrió y se levantó de su asiento. Corriste alrededor de la piscina y te escondiste en una de las habitaciones de la cabaña. Bill ya sabía que te encontrabas en su habitación puesta que era la más lejana de la casa, pero quiso hacer algo de tiempo y se quedó afuera fumando un cigarrillo.
Cuando te escondiste en la habitación empezaste a observarla. Todo se encontraba ordenado pero aún no sabías de quién era el dormitorio. Era la misma que tu habías escogido sólo que en el cuarto de Bill, encima de la mesa de noche había una agenda negra y te sentaste en la cama, viste lo que tenía anotado; reuniones, viajes a diferentes países, visitas a desfiles de moda, citas con empresarios importantes, etc. Se notaba que era una persona bastante ocupada y que merecía esas vacaciones. Luego de un momento sentiste ruido y escuchaste la voz de Bill buscándote y acercándose cada vez más, esconderse debajo de la cama sería muy evidente por lo que elegiste meterte en el armario. A juzgar por la ropa, los zapatos y las cadenas que había, concluiste que te encontrabas en el cuarto de Bill.

Bill: ¿(Tu nombre)? -entró a la habitación y esperó un rato mientras escuchabas ruido- ¿Dónde se metió esta chica?

Escuchaste cómo cerraba la puerta y unos pasos a lo lejos. Quisiste asegurarte de que realmente se había ido por lo que te quedaste unos segundos hasta que sigilosamente y decidiste salir abriendo la puerta del armario lentamente. Cuando ya estabas afuera del ropero cerraste las puertas hasta que de repente sentiste unas manos aprisionar tu cintura haciendo que dieras un salto del susto.
Xxx: ¿Vez? -dijo con la voz ronca junto a tu oído- en momentos así es cuando deberías tener miedo de lo que te voy a hacer
Tn: ¿cómo sabías que estaba aquí?
Bill: Tom me ayudó a buscarte
Tn: Te juro que me vengaré de tu hermanito
Bill: Pero primero me vengaré por llamarme tonto -Bill aún seguía detrás de ti tomando tu cintura-

No te diste el tiempo de reaccionar y ya te encontrabas montada sobre el hombro de Bill mientras éste corría por la casa. Movías tur piernas tratando de zafarte, aunque sin usar tu fuerza ni tus técnicas de autodefensa para aparentar ser una chica "normal"
Tn: ¡Bill suéltame! ¡Bill, por favor!
Bill: No pienso hacerlo mocosa

Iban pasando por la cocina cuando ves a Tom tomándose una cerveza para aliviar el calor. El te vio y escupió toda la cerveza que tenía en la boca y comenzó a reírse por la forma en que ibas sobre Bill. Tú te pusiste roja de la vergüenza y le dijiste:

Tn: Me la pagarás Bill te lo juro
Tom: Ten cuidado hermano (tn) tiene cara de asesina -dijo riéndose y tomando una cerveza del refrigerador-
Tn: Tom no me obligues a golpearte
Tom: La próxima vez que te escondas haz que tu guarida no sea tan obvia ¡nos vemos luego! -ignorando tu amenaza-

Dicho esto Bill salió corriendo llevándote de nuevo hacia afuera, tu gritaste al ver que se acercaba a la piscina y le suplicabas que no te mojara, pero era muy tarde, Bill se tiró contigo a la piscina sin soltarte hasta que ambos aterrizaran en ella te encontrabas con una polera blanca y un corpiño rojo, así que todo tu pecho estaba a la vista de Bill. Nadaste lo más rápido posible hacia la superficie porque no habías alcanzado a tomar demasiado oxígeno, al segundo después de apoyarte en la orilla Bill se te acercó riéndose.

Bill: Creo que esta vez el triunfo es mío ¿verdad?
Tn: Eso creo
Bill: -Se acercó lentamente a ti mirándote con profundidad a los ojos- Exijo mi premio por haberte vencido y encontrarte.
Tn: Esta bien, y que es lo que quieres como premio -dijiste sonriendo coquetamente y siguiéndole el juego-
Bill: .........

I'm gonna be okay one day (Bill Kaulitz y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora