Prólogo.

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― Joder. Joder. Joder. 

Definitivamente esa palabra se había convertido en mi favorita esta mañana. Si aquella maldita chatarra no encendía probablemente le echaría combustible y lo quemaría. 

¿Por qué justo hoy? Gemí en voz baja. Si no llegaba al instituto, estaba completamente perdida. Y lo último que necesitaba era llegar tarde. 

El viejo Chevrolet se negaba testarudamente a encender y si no iba en el, no había posibilidad de que llegara a tiempo. El autobús se había ido hace unos ya 15 minutos, y ahora solo me quedaban 10 antes de que el timbre tocara. Si el maldito pedazo de lata se dispusiera a encender estaría ahí en 8. Pero al parecer no lo haría, y aunque corriera jamás llegaría a tiempo. 

Me separé un poco del auto plateado con las manos en las caderas. Un reflejo en el cristal me hizo darme cuenta que las cosas se estaban poniendo cada vez peor.

Una gota de sudor frío se deslizo por mi espalda al ver que mis pantalones estaban completamente sucios, y mis zapatillas embarradas. 

Arremangue la varsity del instituto para no ensuciarla aún más. Ahora aparte de llegar tarde, sería un espectáculo.

Genial. Absolutamente genial.

― Joder. – repetí con el mismo ímpetu que las anteriores. 

― Esa no es una palabra demasiado femenina y que una dama deba usar. ― dijo una voz ronca y con una raro acento a mis espaldas. 

― ¿Me ves algo de dama o femenina? ― mascullo ella sin siquiera girarse a ver quién era el intruso, demasiado concentrada en el motor y todas aquellas mangueras de su auto. No es que entendiera de autos precisamente tampoco, pero era mejor que perder el tiempo hablando con alguien a quien ni conocía. 

Zayn poso su vista en ella. En realidad, ella tenía razón. No mucho debido a lo que podía deducir de la ropa que usaba. Había varias palabras con las cuales definirla, pero femenina no era una de ellas. Llevaba una varsity que ocultaba una camisa gigante a cuadros, unos pantalones ajustados y rotos, y unas vans con un par de agujeros y embarradas. Más que una dama, parecía una chica salvaje, de aquellas libres y que hacen los que se le da la gana. Que les da lo mismo lo que el resto piensa de ellas. 

Con aquella mancha de grasa junto a su nariz parecía la sexy mecánica de algún calendario pensó divertido. Toda una fantasía hecha realidad. Pero no es que se lo fuera a decir. Observó como un mechón purpura escapaba bajo su gorro negro. Un poco masculina, pero le hizo gracia. Ella era diferente. 

― Por supuesto que sí ― le sonrió ― ¿Podría ayudarte en algo?

― ¿Cumples deseos? ¿Te teletransportas?

― En realidad no ― frunció el ceño ― Pero tengo un auto. Por tu varsity deduzco que vas al instituto y puedo llevarte si quieres.

― ¿Vas ahí también?

― Yep. ¿Qué dices?

― ¿No eres algún sicópata o algo?

― No, lo dudo. Aunque no me he sicoanalizado nunca.

― Tu palabra me basta. Voy por mis cosas. Eres un ángel .. o ...un demonio quizás. 

― ¿Un demonio? ― Zayn alzó una ceja sin creer lo que escuchaba. 

― Si .. 

― ¿Por qué? ― dijo dirigiéndose hasta su auto. 

― Irradias peligro, con toda esa ropa negra encima. Deberías llevar un cartel encima a todos lados con letras rojas fosforescentes. Uno que diga 'DANGER'. Como sea, supongo que como hasta ahora no te había visto nunca, estabas en las profundidades del infierno. Digo instituto, no infierno. Suelo confundir las palabras. Dislexia y mala dicción crónicas. ― ella hablo rápidamente como si ni siquiera analizara alguna de sus palabras. ¿Estaba loca? ¿Y si la psicópata era ella? Ayudarla quizás no había sido su idea más inteligente pensó Zayn ... pero en lugar de molestarse e ignorarla, le pareció divertida.

― Ya ― dijo divertido por la rara conversación de la chica ― ¿Y por que soy un peligro?

― Cualquier chica estaría más que dispuesta a cometer algún pecado contigo chico. 

Zayn estuvo a punto de atragantarse. ¿Qué insinuaba? 

― ¿Te estás ofreciendo como voluntaria?

― No, lo único que deseo de ti es que estés en el instituto antes de que suene el timbre. ¿Demasiado pedir? 

― ¿Cuál es tu nombre? ― sonrió él. 

― Emma. Y tú, solo por ser tú, puedes decirme Emma. 

― Gracias por el honor cariño. Yo soy Zayn.

― ¿Quien te dio la confianza de llamarme 'cariño'?

― Tu al llamarme algo así como pecado andante. 

― Perfecto, te llamare Pecado..

― No puedes estar hablando en serio. Nos conocemos hace 4 minutos y me tienes un apodo. 

― Si no te das prisa tu situación empeorara. Puedo empezar a llamarte algo como cariñito o flor del desierto. ¿Qué tal esos?

― Ya me quedo más que claro ― sonrió para sí y apretó el acelerador.

Emma por primera vez se permitió mirar el perfil del chico. Y pensó que había sido una mala idea subir a ese auto. No es que hoy fuera un día precisamente bueno como para empezar a creer en el amor a primera vista. Pero aquel chico era lo que siempre había soñado, literalmente.

Todos aquellos dibujos sin rostro, habían encontrado uno. Y uno perfecto. Dijo un 'joder' por lo bajo y aparto la mirada. Estaba perdida. Completa e irrevocablemente perdida, estaba arruinada. En cuanto el auto se detuvo en el aparcamiento ella bajo de un salto diciendo un 'hasta luego'. No podía quedarse mucho junto al chico sin cometer alguna de sus locuras, Como besarlo o mirarlo fijamente. Con todas esas estupideces que ya había dicho, el chico seguramente terminaría convencido de que era una completa idiota.

― Supongo que nos veremos ― dijo él bajando de su auto y corriendo tras ella. Ella se detuvo sorprendida de que él la siguiera y lo miro con sus grandes ojos azules directo a aquellos marrones que la estudiaban.

― Eso creo y gracias, lamento no habértelas dado antes, es que tengo prisa.― Ella beso la mejilla de Zayn creyendo que eso era a lo que venía. En realidad había sido bastante mal educada con él y no se había despedido. 

Dio un paso atrás. Antes de que se pusiera a correr nuevamente, él la tomo de la manga de la camisa y la atrajo hacia él. Con su mano quito la grasa de auto que ella llevaba justo al lado de su nariz. Ella le sonrió, y esta vez sí que se alejo corriendo.

Zayn pensó que primer día en el Instituto de Londres había empezado bastante bien.

White lies // Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora